Los incidentes en los entrenamientos del Real Madrid del pasado jueves se reprodujeron ayer en la ciudad deportiva de Las Rozas con mayor virulencia. Un grupo de seguidores ultras desplegó una gigantesca pancarta contra los futbolistas, quienes tuvieron que aguantar toda clase de improperios. El club, que ya había decidido celebrar los entrenamientos a puerta cerrada, optó también sobre la marcha por concentrar a partir de hoy a la plantilla en el hotel Hyatt Regency La Manga (Murcia) para preparar el derbi del sábado contra el Atlético, algo no aceptado de buen grado por los pesos pesados del vestuario.

INCREPACIONES "Para vosotros, putas y dinero; para nosotros, indignación y represión", rezaba la pancarta que colocaron los radicales tras una de las porterías, fuera del recinto vallado de las instalaciones federativas, cuando los jugadores iniciaban el entrenamiento.

Los futbolistas blancos tuvieron que aguantar, además, toda clase de ofensas mientras se ejercitaban. La tensión se trasladó al terreno de juego, donde se produjeron varios incidentes. Queiroz tuvo que intervenir para zanjar un duro enfrentamiento dialéctico entre Raúl y Michel Salgado que tenía pinta de ir a más, Figo hubo de retirarse a causa de una fuerte entrada de Pavón, y Solari también acabó antes de tiempo por un golpe.

Roberto Carlos se mostró muy dolido con las críticas a la vida privada de los futbolistas. "En mi vida privada y en mi día libre hago lo que me da la gana. Voy a seguir haciéndolo. No me van a controlar ahora", manifestó.