Un gol de Karim Benzema, que prolongó su excelencia, bastó para sellar la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones del Real Madrid, desprovisto, sin embargo, de la brillantez de la que ha alardeado en los últimos compromisos. La duodécima victoria consecutiva del conjunto de Carlo Ancelotti, cuarta en Europa, fue sufrida. Más de lo esperado. Ante un Liverpool menor. Cargado de suplentes. No hubo récord de Ronaldo. Obsesivo por el gol para dar caza a Raúl, ofreció un partido gris y sigue a orillas del registro.

Benzema desatascó el partido en el minuto 27 tras un gran servicio de Marcelo. Y regresó Bale. Fue suplente y entró por James en la segunda mitad. Todavía tuvo tiempo de pegar un zapatazo que se estrelló en el larguero. El Liverpool no chutó a portería hasta el minuto 55.