La mesa de juego del Real Zaragoza indica que frente a la UD Las Palmas ha llegado al punto de no retorno en el que todo lo que no sea una victoria, supondrá dar por finalizadas sus cada vez más escasas opciones de hacer un hueco en la promoción de ascenso y ante un rival que todavía ve algún resquicio para poder subir por la vía rápida.

Los zaragocistas tienen ante ellos un todo o nada para mantener un mínimo hilo de vida de pensar en regresar a Primera División por la vía rápida, y del que el pasado fin de semana frente al Girona dilapidaron la mayor parte.

La pésima temporada que están protagonizando los zaragocistas solo podrán edulcorarla un poco si son capaces de alcanzar al grupo de cuatro equipos que pelearán por la tercera y última plaza de ascenso y todo pasa por frenar a los grancanarios.

La tradición y la estadística señalan que el enfrentamiento entre zaragocistas e isleños es un 'clásico' de Primera División, pero de eso hace ya demasiado tiempo, en la temporada 2001-2002, mientras que esta será la tercera vez que se verán las caras en la categoría de bronce y todas ellas han sido con posterioridad.

Los maños solo han dado muestras de alguna consistencia con cuentagotas lo que les ha llevado a navegar en aguas turbulentas la mayor parte de la competición y a este partido llegan además con las bajas por sanción de sus dos delanteros, Roger Martí y Ángelo Henríquez, que han dejado claro que su pólvora está muy rebajada y solo han sumado entre ambos catorce goles, lo que obligará a Víctor Muñoz a buscar nuevas soluciones.

El partido ante los isleños no se presenta fácil para los aragoneses, a pesar de que sus dos últimas comparecencias en La Romareda las han solventado con triunfo ante el Eibar y el Real Jaén.

A los isleños tampoco les queda mucha munición que gastar y en el vetusto estadio blanquillo pueden dejar una buena parte de sus aspiraciones para volver a la Liga BBVA por la vía rápida.

El técnico zaragozano ha trabajado durante la semana en busca de las mejores opciones para paliar las bajas de Roger y Henríquez, y en su comparecencia aseguró tenerlo "clarísimo" no ha dejado entrever pistas, aunque de nuevo como le ha sucedido desde que sustituyó a Paco Herrera en el banquillo seguirá sin poder repetir alineación.

Una de ellas y la que parece tener más opciones sería apostar por Luis García y Víctor Rodríguez junto a Álamo como hombres más adelantados, y jugar sin delantero nato ya que los dos hombres a los que podría darles la responsabilidad de inicio, Diego Suárez o Juan Esnaider, son del filial.