Cinco meses, con verano y vacaciones de por medio, lleva el Real Zaragoza sin saber lo que es ganar a domicilio. Aunque la historia tenga un mayor componente de ornamento que de referencia científica, el hecho de que el conjunto de Víctor Muñoz juegue esta noche en el Manzanares, el campo del Atlético de Madrid, produce un cosquilleo agradable en un equipo que se ha condenado esta temporada a no ser nadie lejos de La Romareda. Allí sumó los tres puntos al más puro estilo del curso actual, con angustia y en los últimos minutos, en un encuentro que se disputó el 15 de mayo y que tuvo más protagonistas ausentes que presentes y un héroe inesperado, el lateral Delio Toledo, autor de los dos goles del triunfo. Desde entonces sólo ha conseguido regresar de viaje con un punto en el equipaje, el que arrancó sin demasiado brillo en Málaga.

Con la hinchada rojiblanca llorando por la muerte de Jesús Gil y animando al Atlético para lograr una victoria que lo metiera en la Copa de la UEFA a falta de una jornada para el término de la Liga, marcó Nano y apaciguó la impaciencia del público. La gente del Manzanares, desencantada hasta ese instante, había pedido el regreso de Movilla, todavía futbolista colchonero y baja por el valor de su cláusula para poder actuar en ese partido (150.000 euros) y porque el Real Zaragoza desestimó finalmente el pago al haberse asegurado la permanencia la noche anterior con la derrota del Celta frente al Deportivo.

AMARGA COSTUMBRE En esas, a Toledo, quien ya se había hecho famoso al conseguir el tanto del empate en el Bernabéu el 13-M, en pleno seísmo por el atentado terrorista que había convertido Madrid en trágico centro del mundo, arrancó como un tiro en los minutos 88 y 90 y dejó a los rojiblancos sin premio europeo. Pasaron cosas aquel día de mayo, y para el Real Zaragoza ese recuerdo amable se ha enquistado en la amarga costumbre de no volver a vencer.

Esta es su quinta salida en el campeonato doméstico y su caza se resume en el empate sin goles de La Rosaleda. Barcelona, Villarreal y Racing no le han dejado ni respirar hasta tal punto que el Real Zaragoza sólo ha marcado un gol como visitante, el de Villa en el Camp Nou. El encuentro ante el Atlético no llega en el mejor momento después de haber caído en Viena "frente a un buen equipo de Segunda B", como ha definido Movilla al Austria FK, que en esta ocasión, ya en nómina zaragocista, sí podrá enfrentarse a su enemigo más querido. El que no podrá hacerlo es Javi Moreno ni aun pagando, como su era su intención, la mitad de lo pactado entre ambos clubs para que estuviera en el Calderón (200.000 euros). La directiva del club aragonés ha alabado su gesto pero no ha considerado ni oportuno ni necesario que el delantero esté en esta cita.

Oscar ocupará el puesto de Javi Moreno, y Cuartero, recuperado, y Drulic regresan a una lista de convocados con 19 nombres, del que Víctor descartará esta mañana a uno. La intención es obvia, pero el equipo aragonés, que presentará un once casi idéntico al de Austria, se verá las caras contra un Atlético que por fin podrá contar con Fernando Torres --no con Luccin ni Ibaigaza--y que ha hecho del Manzanares su fortaleza con muy pocos goles (5). Quien marque primero habrá llegado a la Luna.