La actual campeona del mundo de los 100 metros, la estadounidense Torri Edwards, que fue segunda el pasado sábado en las pruebas de clasificación para los Juegos Olímpicos de Atenas, ganándose así su plaza en el equipo olímpico de su país, dio positivo en un control antidopaje el pasado abril, según reconocieron ayer responsables de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).

Edwards, de 27 años, que tiene previsto tomar parte hoy en las pruebas de clasificación de los 200 metros para integrar el equipo americano, tiene el derecho a ser escuchada este próximo lunes por la Agencia Antidopaje americana (USADA). En caso de ser encontrada culpable, la velocista californiana se expone a una sanción de dos años que la privaría automáticamente de participar en los Juegos que se disputarán a partir del día 13 de agosto en Atenas.

UN ESTIMULANTE La campeona estadounidense dio positivo por un estimulante conocido como nicetamida tras una reunión atlética que se disputó el 24 de abril en Fort-de-France, en las Antillas francesas. Edwards, que pertenece al grupo de velocistas que entrena el gurú John Smith, se impuso en 11,12 segundos en los 100 metros y en 22,66 en los 200.

Según fuentes próximas a Edwards, que no quiso hacer comentarios, la velocista pudo tomar sin darse cuenta la nicetamida, un estimulante que afecta al sistema nervioso central, en forma de glucosa.

El positivo de Edwards supone otro durísimo golpe al atletismo estadounidense, cuyas principales figuras están acusadas de dopaje o bajo sospecha. Es el caso del recordman mundial de los 100 metros, Tim Montgomery, compañero de Marion Jones, acusado formalmente en el caso de los laboratorios californiano Balco, que distribuían el THG (eritropoyetina), un anabolizante indetectable hasta hace muy poco en los controles.

UNA LARGA LISTA Montgomery, que arriesga una sanción de por vida, ha elevado una apelación al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que aún debe pronunciarse. En esa lista de afectados por la investigación que está realizando la USADA también se incluyen Michelle Collins, campeona del mundo en sala en el 2003 en los 200 metros, los gemelos Alvin y Calvin Harrison, especialistas en 400, y Regina Jacobs. Antes que ellos, Kelli White, que logró el doblete en 100 y 200 metros en los Mundiales del 2003, reconoció que se había dopado con THG, lo que le supuso una sanción de dos años.

También aparece en el punto de mira Marion Jones, la quíntuple medallista en Sydney, que ha fallado en su intento de ganarse una plaza olímpica en el equipo estadounidense en los 100 metros. Jones tenía una nueva oportunidad esta pasada madrugada en la final de longitud y este domingo, en la final de los 200 metros.