Las malas noticias se agolpan en el Madrid, un equipo que ha caído en picado tras la derrota ante el Sevilla. Lejos de levantar la cabeza, el equipo no transmite buenas sensaciones. Se salvó ante el Málaga con dos goles de Ramos, el segundo en fuera de juego. A eso se le unen las lesiones de Marcelo y Modric, que podrían estar un mes sin jugar a la espera de los exámenes médicos. También los pasará Ronaldo, con un golpe en el empeine.

«En momentos difíciles se necesita cariño y no más hostias y más palos», se quejaba Ramos, el héroe del encuentro ante el Málaga. También Zidane echaba mano de la hoja de servicio de su equipo para pedir buen trato a la afición. «Lo que hicimos hasta ahora es fenomenal. Los jugadores necesitan cariño y el entrenador, también», argumentaba el técnico francés. En ese «hasta ahora» al que apela Zidane es donde se ha quedado varado el equipo, porque los choque ante el Celta y el Málaga han puesto de manifiesto las carencias del equipo.

Al Madrid le falta fútbol, intensidad, ideas y ritmo. Todo eso ha quedado maquillado muchas veces por la chispa de sus delanteros. Sin embargo, la baja forma de Ronaldo y Benzema han dejado al descubierto la falta de respuesta ofensiva del equipo. Tal es así que con sus dos goles al Málaga, Ramos se ha encaramado en la segunda posición de máximos goleadores del equipo en Liga. Ramos suma un gol más que Benzema Bale y Morata.

Otro dato que deja claro el problema de los delanteros es que de los últimos seis tantos que ha marcado el equipo blanco, cuatro han sido obra de defensas. Ronaldo lleva dos partidos sin marcar y ante el Málaga volvió a la izquierda, careció de acierto y se le vio muy justo en el aspecto físico.

El recambio de Marcelo es Coentrao, pero el portugués está para pocas cosas. El otro damnificado fue Modric. En teoría, el lateral derecho debería ser para Danilo, pero el brasileño vio desde el banquillo cómo Lucas Vázquez ocupaba su demarcación. Otro problema para Zidane.