Carlos Sainz sabrá hoy si puede cerrar su dilatada y triunfal carrera deportiva compitiendo con su Citroën Xsara o deberá hacerlo en el hospital donde ayer fue internado tras sufrir un espectacular accidente cuando preparaba, en las pistas forestales de Perth, el Rally de Australia, última prueba del Mundial.

Sainz perdió el control de su coche, equipado con neumáticos de serie, en uno de los rapidísimos tramos de tierra de la prueba australiana y no pudo evitar estrellarse contra un enorme árbol. "La desaceleración fue brutal", reconoció ayer el bicampeón español, "ya que pasamos de 80 kilómetros por hora a cero en un segundo".

RECONOCIMIENTO EXHAUSTIVO El piloto fue trasladado inmediatamente al hospital más cercano ("por precaución", según precisaron miembros de la organización), donde fue sometido a un examen exhaustivo, desde un TAC hasta diversas radiografías. "Tenía un fuerte dolor en el cuello y me han detectado un disco cervical ligeramente dañado, justo en la zona en la que siento el dolor". Sainz, que quiere correr su último rally "como sea", asegura que puede ser "una lesión antigua, detectada ahora" y que no es fruto de este accidente.

Sainz, que al término del Rally de Catalunya expresó su deseo de que "el campeonato se hubiese acabado aquí, pues hubiera sido una hermosa despedida", reconoció ayer: "El Rally de Australia es muy hermoso, veloz y muy bien organizado".

DECISION DE LOS MEDICOS Curiosamente, se trata de una de las pocas pruebas tradicionales del Mundial que no ha ganado, junto a Suecia y el San Remo. "Estoy en manos de los médicos. Ellos serán quienes decidan si puedo o no correr", aclaró el piloto de Citroën, con cuya marca ha ganado ya este año el Mundial de constructores.

Sainz, que quiere sumar su participación número 195 en el Mundial, sufrió el accidente con un coche de serie preparado únicamente con las medidas de seguridad que exige el Mundial, pero equipado con neumáticos de serie en lugar de las sofisticadas gomas de tacos con las que recorren los tramos de tierra de este rally, cuya particularidad más significativa es que poseen una fina capa de gravilla, compuesta por unas bolas de rodamientos, que provocan muchas salidas de pista. El catalán Marc Martí, copiloto de Sainz, sufrió un fuerte golpe en el pecho del que se recuperaba anoche, como consecuencia del fuerte tirón que le dio el cinturón de seguridad.