Portugal se rindió a Luiz Felipe Scolari, el seleccionador brasileño de Portugal, después de lograr un puesto en semifinales tras ganar en la tanda de penaltis a Inglaterra. Scolari ya no es un inútil, un mal técnico, un entrenador que no tenía suficiente categoría para entrenar en Europa. Las críticas sobre su trabajo han desaparecido. Scolari ha cumplido su palabra. Ha calificado a Portugal para las semifinales, tal como prometió.

Los miles y miles de portugueses que salieron a las calles y plazas para celebrar el triunfo se felicitaban del acierto del seleccionador a la hora de los cambios y de apostar por Ricardo Pereira, de 28 años, el héroe en la gran noche lisboeta, el portero del Sporting. El hombre que detuvo un penalti a Vassell y luego marcó en el séptimo lanzamiento en apenas tres minutos. Los 180 segundos más seguidos por los aficionados a través de la televisión. Seis millones de portugueses gritaron al unísono desde sus casas el gol de Ricardo.

GUERRA PSICOLOGICA El portero del Sporting paró y marcó en una noche de aciertos. "Ha sido la parada más importante de toda mi carrera", señaló Ricardo, que ganó a Vassell en la guerra psicológica que antecede a un lanzamiento desde el punto fatídico. "Sentí que tenía que hacer algo después de que me marcaran tres penaltis por el centro. Quitarme los guantes fue lo que se me ocurrió en ese momento. Lo hice para desconcentrar a Vassell", Pero el asunto es que Ricardo recogió el balón y se dirigió al punto de penalti ante la sorpresa de algún compañero de selección. Sin embargo, Scolari sabía que Ricardo lanzaría un penalti. "Le dije que quería lanzarlo y me dijo que esperara tras los cinco lanzamientos, que marcaría y que ganaríamos el partido. Nunca he fallado un penalti en mi carrera y Scolari acertó".

Ricardo fue el héroe y el galáctico Beckham, el villano. El jugador del Madrid falló su segundo penalti en la Eurocopa. Sin embargo, Sven Goran Eriksson, el seleccionador de Inglaterra, apoyó a su jugador. "Pienso que su pie izquierdo resbaló. Tuvo mala suerte. Si hubiese otro penalti, lo tiraría él otra vez", afirmó Eriksson, que reconoció que sus jugadores habían ensayado los penaltis en el último entrenamiento.

Los seguidores ingleses no crearon problemas en Portugal. En Albufeira, en el sur del país, donde se habían registrado algunos incidentes con los hinchas británicos en los últimos días, sólo hubo lágrimas de decepción por el adiós entre cerveza y cerveza. No sucedió lo mismo en Inglaterra. Aficionados ingleses causaron incidentes en la isla de Jersey y en Norfolk, en el sureste del país. Según la policía, los disturbios em Jersey se produjeron cuando seguidores ingleses arrojaron botellas el intentar llegar a un bar portugués.

En Thetford, en el condado de Norfolk, las fuerzas del orden tuvieron que proteger a un grupo de portugueses. La policía informó que detuvieron a 17 personas por desórdenes públicos en distintas localidades al norte de Londres.