El Posets es el segundo pico más alto del Pirineo con sus 3.371 metros. Su vía normal discurre por Eriste. Es una cumbre al alcance de cualquier montañero medio. Pero a primeros de julio puede ser una trampa si no se va preparado. Todavía hay abundante nieve en el Pirineo a partir de la cota de 2.500 metros. Hay que seguir un decálogo consistente en la buena preparación física, material idóneo y una logística adecuada.

«Lo primero que tiene que informarse el montañero es que no podrá llegar con su coche hasta la cascada de Espigantosa. La aproximación al punto de partida merece una consulta y eso son tres horas más de marcha desde Eriste si no se toma el autobús», explica Marta Ferrer, coordinadora de de la campaña de Montañas Seguras de la territorial. «Va a tener nieve y debe consultar la previsión meteorológica, piolet y crampones imprescindibles y saber utilizarlos en una ruta como esta en la que hay que atravesar la Canal Fonda, que estará llena de nieve», indica.

Este año ha caído más nieve en la primavera y ha hecho más frío. «La nieve no se ido lo rápido que otros años y no se suele ver desde el fondo del valle, por lo que a la gente le cuesta darse cuenta que se la va a encontrar en los pasos altos. A 2.500 metros ya tenemos neveros», dice.

El montañero puede encontrar la información de la ruta y en las condiciones que está en varios lugares. «Hay que preguntar a la gente de la zona, la oficina de turismo, el que nos atiende en el albergue... Los refugios tienen webcams y los guardas actualizan el estado de las rutas en la página www.alberguesyrefugiosdearagon.com. Hay que saber si hay nieve y saber utiliar el piolet y los crampones», dice.

La vertiente norte tiene más nieve que la sur. «Hay rutas que tienen orientaciones particulares y conviene informarse. Este año estamos viendo la crecida importante de los caudales que afectan a los barrancos y baja más agua. En excursiones senderistas puede haber problemas para cruzar ríos. A primera hora pasas sin problemas, pero cuando comienza el deshielo pueden ser insuperables si se va con niños», indica.

Ferrer alerta que hay que tener mucho cuidado a andar sobre ríos o sobre barrancos. Son los conocidos puentes de nieve. «El calor se lleva la parte de abajo hasta que colapsan y esos accidentes pueden ser muy graves. Jugar encima del nevero es delicado. No hay que meterse en cuevas de nieve que pueden caérsenos encima». El grueso de los rescates suelen ser de poca importancia en gente con poca experiencia. «Pero los graves, que son los menos, suceden más a expertos que a inexpertos porque hacen actividades más comprometidas. El montañero experto relaja su atención. Los que menos experiencia tienen son los que se agotan y los que se extravían. Les pasan cosas de menor importancia. El experto tiene recursos para salir de una situación comprometida y no necesita rescate».

Es esencial madrugar en travesías de media y alta montaña. Es importante elegir la ruta según la preparación física del deportista. «Más grave es no valorar la condición física de todo el grupo. A veces se va con unos amigos con menos experiencia que el líder y se les hace asumir una serie de riesgos. Hay que hacer una excursión a la medida del más débil del grupo. El líder tiene que pensar por todos», indica Ferrer.

En cuanto a los montañeros solitarios, Ferrer explica que «tienen que hacerse con un colchón de seguridad más amplio que si fueran en grupo para ir con soltura. Deberían bajar un punto la exigencia física y técnica de la actividad que se proponen. También deben dejar aviso, no improvisar y llevar el teléfono móvil». Pese al calor, hay que llevar ropa de abrigo en la mochila. «No se puede descartar pasar la noche al raso», indica Ferrer.