Si no fuera por la experiencia de las dos temporadas anteriores en la LEB y por la templanza y el sosiego en el análisis que permite el conocimiento de la categoría, de sus trampas y de las confusiones que genera, las tres derrotas consecutivas (Tarragona, Valls y Caja Rioja) del CAI Zaragoza en la pretemporada encenderían ya alguna alarma. Pero no lo hacen. El "maratón de 34 jornadas y un playoff", que es como define Oscar Quintana la LEB, ni siquiera ha empezado y, lo vivido la campaña pasada, ayuda a comprender que nada sirve de verdad más que lo que ocurra en mayo. "Creía que íbamos a ir más deprisa en la preparación, pero todavía estamos muy verdes, más de lo que podíamos pensar en un principio", explica el entrenador del CAI con una voz tranquila, sin resquicio de preocupación.

El estado embrionario en el que se encuentra el equipo se explica por la falta de acoplamiento de la plantilla, toda nueva menos tres jugadores, y por el aluvión de información y conceptos que Quintana está introduciendo en la forma de juego del CAI. "Hemos de conseguir que todas esas ideas las llevemos a la práctica con naturalidad, que sea como ducharse cada día o cepillarse los dientes", afirma el técnico.

LA FECHA Oscar Quintana ha marcado una primera fecha en rojo en su calendario: la presentación oficial del CAI contra el Bilbao en el Príncipe Felipe el 10 de septiembre. "En ese partido ya se verá algo parecido a lo que llegaremos a ser, pero no estaremos ni al 100%, ni al 90% ni al 80%...", anuncia.

El CAI de Quintana será muy diferente al de Julbe. Si las previsiones de estas tres primeras semanas se cumplen, jugará más ordenado, de forma más metódica y con muchos más sistemas predefinidos que la temporada pasada. "En las semanas que quedan para el comienzo de la Liga hemos de insistir en muchos detalles, hemos de ser más persistentes en defensa y coger los conceptos en ataque, hay que demostrar que tenemos capacidad de jugar", dice Quintana.

En los dos primeros partidos, contra dos rivales de LEB (Tarragona y Valls), el entrenador cántabro utilizó el mismo cinco inicial, enseñando públicamente sus primeras conclusiones. Jugaron José Luis Galilea de base, Lescano y Cilla en el perímetro, y John Brown y Antonio Reynolds en la pintura . "Eso fue lo que hice en los dos primeros partidos, pero en la pretemporada cambiaré el cinco inicial, nunca suelo mantenerlo. Eso sí, habrá tres o cuatro jugadores que formarán la columna vertebral del equipo", destaca Quintana, que afronta el reto de regresar a un banquillo de la ACB y sueña con hacerlo abriendo la puerta de la mejor Liga de España a una afición que está deseosa de volver a ella.