El impacto de la temporada que ha realizado el asturiano en su debut en Primera División no ha dejado indiferente a nadie. Tampoco al Sevilla, que, además del Deportivo y el Valencia, se informó por la situación del delantero con una llamada al club. La respuesta para los andaluces fue la misma que para el resto: el pago de los 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas) de su cláusula de rescisión para empezar a hablar. El Real Zaragoza tiene en Villa al principal pilar de su proyecto de futuro, pero preocupa la insistencia de clubs --no es el caso del Sevilla-- que en cualquier momento podrían hacer efectiva esa cantidad.