Marta Domínguez no estará en los Juegos Olímpicos de Atenas. La campeona de Europa y doble subcampeona mundial de 5.000 metros, el valor más seguro del atletismo femenino español, ni siquiera estuvo este fin de semana en los Campeonatos de España, ya que no se ha recuperado de una lesión en la planta del pie que la ha tenido apartada de los entrenamientos durante meses. Su baja en los Juegos, sin embargo, no será la única de importancia en un equipo que se debate en un mar de incógnitas. El buen nombre del atletismo está en juego. En Sydney sólo obtuvo una medalla, el bronce de María Vasco en los 20 kilómetros marcha, y en el Mundial en pista cubierta de Budapest del pasado mes de marzo se fue de vacío.

Precedentes, todos ellos, que no ayudan a tranquilizar las expectativas del equipo. Sin embargo, ayer el grupo empezó a reaccionar y dio muestras de no querer ceder al desánimo. A menos de tres semanas del inicio del calendario del atletismo en los Juegos, los pilares del equipo español que siguen en pie dieron muestras fehacientes de reacción. A la excelente demostración de Reyes Estévez en el 1.500 se añadieron otras. Antonio Reina exhibió un final parecido al de Reyes en los 800 y dejó atrás a todos sus rivales. En la carrera femenina, la vallisoletana Mayte Martínez dominó de nuevo, como en ella era habitual antes de sufrir un síndrome del vértigo que la tuvo alejada de las pistas los últimos dos meses.

Glory Alozie, subcampeona olímpica en Sydney cuando todavía era nigeriana, recuperó su endiablada velocidad entre vallas para superar a la excubana Aliuska López en los 100 vallas por una centésima. Natalia Rodríguez, que sólo había corrido dos veces este verano, también mostró síntomas de ser la de antes al imponerse en una de las mejores carreras del día, la de 1.500 metros, ante tres atletas que también tenían marca mínima para los Juegos: Iris Fuentes-Pila, Nuria Fernández y Zulema Fuentes-Pila.

Luces y sombras

Las dos saltadoras verticales, Ruth Beitia y Marta Mendía, empataron a una buena altura (1,94), Carlota Castrejana pasó de los 14 metros en triple, Mario Pestano de los 64 en disco, Javier Gazol franqueó los 5,60 en pértiga y, en los 5.000 masculinos, Carlos Castillejo y los hermanos Carlos y Roberto García dejaron fuera de los Juegos a Juan Carlos de la Ossa, otro fondista con mínima. Pero, junto a esas luces, siguen cerniéndose algunas sombras. Yago Lamela, que este año apenas ha pasado dos veces de los ocho metros, no saltó ayer ni una vez tras resentirse de su pie de batida en el calentamiento. Niurka Montalvo lo tiene peor. La saltadora de longitud no estará en unos Juegos por segunda vez consecutiva. A Sydney-2000 no acudió por el veto de Cuba, su país de origen. En Atenas no estará porque, tras su maternidad del año pasado, su regreso a las pistas no ha tenido éxito. El sábado saltó 6,12 metros y fue batida claramente por Concha Montaner (6,59).