Cuando Joe Mercer reemplazó a Alf Ramsey como seleccionador de una Inglaterra incapaz de acceder al Mundial de 1974, se encontró en el vestuario un panorama deprimente como una mañana brumosa. «Al menos mostremos una jodida sonrisa, ¿vale chicos?», dijo en la primera convocatoria. Ole Gunnar Solskjaer ha buscado más o menos lo mismo a lo largo de estos meses en que se ha sentado en el banquillo del Manchester United. «En este trabajo, de lo que se trata ante todo es de lograr una sonrisa de la gente», indicó al firmar un contrato definitivo como técnico de los diablos rojos, hace apenas 10 días, a razón de ocho millones de euros por cada una de las tres temporadas.

Solskjaer ha elevado el optimismo de Old Trafford en su periodo como interino desde diciembre. Levantó de los suelos a un equipo al que Jose Mourinho maltrató como un jinete desesperado a un caballo exhausto. Del él se ha destacado la vertiente anímica por encima de cualquier aportación táctica. Era tan corrosivo el ambiente con el entrenador portugués que parece que al noruego le haya bastado con esbozar sonrisas y aportar un karma fraternal para darle la vuelta a la situación del gigante inglés. Mañana se probará ante el Barcelona.

Empezó con 12 partidos consecutivos sin conocer la derrota en la Premier. Hasta que el Arsenal echó una pedrada al cristal de la imbatibilidad. Y remató las buenas impresiones con una eliminación del Paris SG en la Champions tan inesperada como embriagadora. Medió un penalti en las postrimerías. Euforia total. Ese día se acabó de ganar su entrada en plantilla. Y un excitante enfrentamiento en cuartos contra el Barça, que puede recuperar a Dembélé.

Paul Pogba ha sido, sin disimulo, uno de los jugadores más felices con el cambio de entrenador. Se nota sobre el césped. «Nos ha dado libertad para jugar y disfrutar del fútbol», explicó recientemente el francés, ante el fútbol más dinámico de su equipo y que tuvo esta semana pasada una conversación con el noruego para soldar fidelidad ante los rumores de su salto al Real Madrid de Zidane. Solskjaer los quiere a todos felices. Con una sonrisa.