Dos goles de Raúl Tamudo, capitán del Espanyol, fueron la clave de que su equipo sumase tres puntos ante el Athletic de Bilbao y se acerque a la salvación. Al conjunto bilbaíno le faltó capacidad de reacción para sobreponerse a un primer tanto en contra que llegó a los tres minutos de partido y a las expulsiones en el último tramo del encuentro de Lacruz y Luis Prieto.

Ese primer gol de Tamudo, con un disparo cruzado cuando parecía que iba a centrar, encaró un duelo que se decidió cuando el conjunto vasco se quedó sin Lacruz y, sobre todo, sin Prieto, autor de una pena máxima que decantó la balanza.

COMPROMISO LOCAL La clave fue que el capitán espanyolista, como el resto de sus compañeros, salió lanzado apenas el balón se puso a rodar. Los locales, conscientes de su difícil situación y de la necesidad de los puntos, pasaron por encima de tópicos y fueron los que mejor se defendieron con lluvia y césped mojado.

A los once minutos, Tamudo estuvo de nuevo a punto de marcar, pero su remate de cabeza se le fue desviado a la izquierda de Aranzubia.Maxi, en el minuto 24, y Tamudo, antes del descanso, pudieron ampliar la renta, pero no acertaron.

Tras el descanso, el Athletic fue mucho más vertical en su planteamiento ofensivo ante un rival que optó en estas circunstancias por cerrarse atrás y buscar con balones largos la velocidad de Tamudo y Maxi. El gol del capitán sentenció el choque, aunque el Athletic acortó distancias sobre la bocina.