El Stadium Casablanca comienza su segunda temporada en la división de bronce del balonmano español con un equipo plagado de ilusión. Pese a las diez bajas, intentará superar las dificultades. Dirigirá un año más a la plantilla el catalán Jordi Mañé. El año pasado en su debut los verderoles fueron los terceros. "Pero hay que ser realistas y queremos mantener la categoría lo antes posible. Después, buscaremos nuevos retos. Si empezamos sumando, nos iremos animando", explica Jordi Mañé.

Los jugadores básicos son los que mantiene del año pasado. "Quiero resaltar el grupo. Los tres que marcaban la diferencia se han ido al Balonmano Aragón. Lo que queda son segundas espadas que han tenido que tomar la alternativa. A excepción de dos o tres jugadores, el resto son muy jóvenes y tienen como mucho 21 años", dice.

El Stadium Casablanca cuenta con una plantilla de 16 jugadores. "Se han ido al Balonmano Aragón el portero Álvaro Fernández, el lateral Sergio Martínez y el extremo Jaime Tuquet. Hemos recuperado un portero que teníamos de baja, que era Alberto García, y hemos subido al primer equipo a Jorge Bastarras, Juan Ruiz e Iván Reyes. Por último, ha venido el gallego Joaquín Carballeda. El resto lo hemos completado con gente del segundo equipo", explica el técnico.

Como al Dominicos, al Casablanca le ha tocado bailar con la más fea y jugará este año en el grupo C con los equipos catalanes. "Nos ha tocado un grupo mucho más difícil. El año pasado en la división vasca había tres buenos equipos y el nivel era más bajo. Pero debido al gran número de bajas en el equipo, estamos muy motivados y enchufados", dice.

Mañé ya lleva trabajando con Casablanca cinco años. "Estoy a gusto, porque me dejan trabajar. La meta era subir a Primera y el haberlo conseguido nos animó mucho". El debut en la Liga tendrá lugar en su feudo esta tarde a partir de las 18.30 horas frente al Montcada. "Es un equipo que se encuentra bastante consolidado en la categoría y está en la parte media de la tabla. Es un equipo muy jugón".