Con una gran brillantez, de principio a fin y culminando un gran torneo, la selección española se colgó el oro en el Eurobasket de la República Checa tras vencer a Francia por 71-55. Es el tercer torneo continental que consiguen las jugadoras del combinado español y es también el tercer podio consecutivo para el equipo de Lucas Mondelo ayudado por el zaragozano Víctor Lapeña. Los dos oros anteriores, en 1993 y en el 2013, también fueron frente al conjunto galo, que en el O2 Arena de Praga volvió a sufrir el juego coral de un equipo que rozó la perfección. Ni siquiera la fortaleza física de las jugadoras francesas pudo con un grupo unido que fue capaz de desarbolar al su rival con un gran equilibrio en el juego interior y exterior y una defensa de gran nivel.

Con la misma frescura y la esencia que había demostrado durante el campeonato, las jugadoras de Lucas Mondelo ofrecieron en la gran final una exhibición ante el rival más fuerte. El combinado español supo explotar el juego interior con Sancho Lyttle, mientras que del resto se encargó Alba Torrens, elegida la mejor jugadora del torneo. Ayer firmó 18 puntos y 14 de valoración, mientras que sus medias en el torneo han sido de 17,8 puntos, 6,3 rebotes, 3,3 asistencias y 18,3 de valoración. Alba no tardó en dejar su sello en el primer cuarto, en el que anotó 10 puntos para cerrar el primer cuarto con 21-18 para las españolas.

Lejos de levantar el pie, España apretó en defensa hasta someter y desquiciar a Francia. En ataque, la paciencia para cocinar cada acción, la claridad de ideas y el acierto en el tiro le dieron el mando del choque a las jugadoras españolas, que se dispararon en el marcador hasta los 12 puntos de renta (32-20) en el segundo cuarto. Una renta que se vio recortada por la aparición de Dumerc, que propició un 0-7 de parcial para llegar al descanso con 39-30.

Aún se abrió más la brecha en el tercer cuarto, en donde Torrens, que no había anotado en el segundo periodo, volvió a poner su punto de mira en la canasta francesa hasta darle a su equipo una máxima renta de 17 puntos (52-37) gracias la ausencia de fisuras en el juego español, que cerró el tercer periodo con un claro 56-40.

Ni los desesperados intentos de Francia por meterse en el partido provocaron algún desconcierto en las filas del conjunto de Mondelo. Todo lo contrario porque España se disparó en el marcador hasta una renta de 23 puntos (69-46) a tres minutos del final. El trabajo coral volvió a dar resultado hasta lograr una medalla de oro muy merecida en la que fue la despedida más dulce de Laia Palau, que deja la selección con 37 años y diez preseas colgadas del cuello.

España se ha convertido en toda una coleccionista de medallas con una generación de jugadoras acostumbradas a pisar el podio cada verano sea el del torneo que sea. Desde el 2001, España solo se ha quedado fuera del podio europeo en una ocasión y es, con 8, la selección que más medallas acumula en el torneo continental en este siglo XXI.