Qué tendrá El Alcoraz que todos los males se evaporan. Volvió el Huesca a su ser, entendió a la perfección la importancia del encuentro contra el Almería y atendió a la petición de Míchel de la previa. Fue agresivo, incisivo y tan dominador que arrinconó a los nuevos ricos de la categoría de plata y segundo clasificado. El 3-2 es engañoso, porque el Huesca se mereció una victoria holgada. Ese es el camino.

Aunque la actuación colectiva fue muy buena, los guías de la victoria fueron unos extraordinarios Mikel Rico y Ferreiro, que cuajaron un encuentro tremendo. El primero anotó dos goles y tuvo el don de la omnipresencia sobre el césped, mientras que el gallego fue un puñal. Así se gestó un triunfo que solo peligró algo en los instantes finales y que dejó el amargor de dejar en empate, con un error evitable, el golaverage particular.

La primera media hora fue un vendaval y la tónica, en líneas generales, se mantuvo durante todo el partido. Primero, Juan Carlos se encontró un mar de piernas en un rechace de un córner. Después, Mikel Rico voleó mordida una estrategia y Pulido, de cabeza, no atinó entre palos.

El gol se veía venir porque el Almería, que fue pusilánime y débil, no pasaba de medio campo y al final cayó. Ferreiro hizo una jugada marca de la casa en la banda izquierda, centró y Okazaki se lanzó en plancha para anotar el primero. Fue el preludio del segundo, obra del pichichi Mikel Rico, que cruzó con maestría y potencia otro servicio de Ferreiro. Sin noticias del Almería, que solo inquietó algo con una falta de Juan Muñoz y un tiro arriba de Corpas.

En el inicio de la segunda mitad, más de lo mismo. Pulido de cabeza y Juan Carlos, en un error grosero de Sivera y Romera, fallaron la sentencia; algo que no hizo Fran Villalba. Se metió el Almería en el partido sin comerlo ni beberlo con un recorte precioso ante Mosquera y un chutazo muy potente a la red.

Pero al Huesca no le entró el vértigo y se siguió volcando a por el tercero. Y el premio, para el mejor. Mikel Rico cazó en el área pequeña una concatenación de rebotes para calmar a su equipo. Los azulgranas, ayudados por un Almería atontado, no se encerraron y controlaron el esférico y los tiempos del partido de forma notable, pero no sobresaliente.

Y no rayó la perfección porque Pedro López se equivocó y le regaló el cuero a Juan Muñoz a cinco del final en una acción franca que acabó en gol de Darwin Núñez. Entonces volvió a aparecer ese miedo a perder puntos que estuvo cerca de ser real con un zurdazo de Costas que desvió Álvaro y un posible penalti muy protestado por el Almería que el colegiado y el VAR no consideraron punible, pero el Huesca aguantó un triunfo muy rico.

Ficha técnica:

3- Huesca: Álvaro Fernández, Pedro López, Insua (Josué Sá, m.43), Pulido, Javi Galán, Mikel Rico, Mosquera, Juan Carlos Real (Cristo, m.78), Dani Raba (Sergio Gómez, m.86), Ferreiro y Okazaki.

2- Almería: Sivera, Romera, Maras (Iván Martos, m.46), David Costas, Jonathan Silva, Kaptoum, Petrovic (Fran Villalba, m.45), José Corpas, José Carlos Lazo (Appiah, m.69), Darwin Núñez y Juan Muñoz.

Goles: 1-0, m.22: Okazaki. 2-0, m.26: Mikel Rico. 2-1, m.54: Fran Villalba. 3-1, m.61: Mikel Rico. 3-2, m.85: Darwin Núñez.

Árbitro: Iglesias Villanueva (C. Gallego). Amonestó a Corpas, Romera y Martos.