Ganar o morir. Ese podría ser el resumen de la noche que vivirá hoy el Valencia en Mestalla. La emoción está garantizada. Después de un inicio demasiado titubeante, las ayudas del Inter han permitido al equipo de Claudio Ranieri llegar con vida al final. Hace un mes, pocos daban algo por la continuidad de los levantinos en la élite europea. Estaban a cinco puntos del Werder Bremen y quedaban seis por disputar, pero la fortuna les acompañó en la pasada jornada. Hoy, dependen de sí mismos. Les basta ganar 1-0 o por dos goles de diferencia para estar en octavos.

La noche se presenta dramática. Aunque el campeón alemán no está exhibiendo el nivel de la pasada temporada, es un bloque competitivo, capaz de amargar la vida a los levantinos. El pasado sábado ganó 0-6 en Friburgo y se aupó a la quinta plaza de la Bundesliga, en la que es el conjunto más realizador, por delante del Bayern.

La estadística acompaña al Valencia, que nunca ha perdido en su estadio ante un equipo alemán ni tampoco con el árbitro sueco Anders Frisk, que pitará el encuentro. El Bremen, en cambio, siempre ha caído en España. Pero al cuadro che no le vale cualquier resultado. Si el Werder marca un gol, el Valencia tendría que marcar al menos tres, ya que los alemanes les ganaron 2-1 en la segunda jornada. En el caso empate a puntos en la general y al tener los mismos puntos y diferencia de goles en los duelos directos, priman los tantos marcados fuera de casa.

Vicente, en la lista

El conjunto valencianista recupera a varios lesionados, como Albelda, Sissoko y, sobre todo, Vicente, que lleva de baja desde el 29 de septiembre. En principio, ninguno será titular, ya que están lejos de su mejor forma y el partido exige la máxima intensidad. "Hay que jugar con inteligencia. Hay una posibilidad y la tenemos en nuestra mano.", dijo ayer Ranieri. "El Valencia a tope es mejor que el Werder, pero ahora no lo estamos y tendremos que jugar con el corazón", añadió. El capitán Albelda, apostó por la cordura: "No podemos salir a la desesperada porque eso podría permitir marcar a los alemanes. Para suicidarnos, siempre habrá tiempo".