Penúltimo, a cinco puntos de la salvación y con dos destituciones por el camino, el Alavés recibe al Zaragoza en un momento, sin duda, crítico. Sin embargo, Juan Carlos Mandiá, cesado esta semana por los malos resultados del equipo, ha aguantado en su puesto una semana más que lo que lo hizo Paco Herrera, pese a que la posición en la tabla de los vascos es peor que la del Zaragoza. Y es que la trayectoria del Alavés es mala, pero mejor que la de los aragoneses. En las últimas ocho jornadas, el Zaragoza solo ha conseguido tres puntos de 24 y, más allá, en la segunda vuelta, de la que ya van diez partidos, ha obtenido siete de 30. No alcanza ese nivel de mediocridad el Alavés, pero no está lejos, puesto que lleva siete puntos de los últimos 24 en juego, tres más que el Zaragoza, pero 3 de los últimos 18. A cuál peor...

Por todo ello, y porque las aspiraciones del equipo aragonés no son las mismas que las del vasco, Paco Herrera fue destituido antes que Mandiá (quien había sustituido en diciembre a Nacho González), aunque el Alavés es, por números, el segundo peor equipo de la Liga --solo supera en la tabla al Girona-- y el Zaragoza decimocuarto. Decimocuarto, pero a dos puntos de los puestos que llevan a Segunda B, por lo que, por mal que suene, el domingo se enfrentan dos rivales directos... por el descenso.

No es de extrañar, viendo que el Zaragoza solo ha ganado un partido --y ha empatado cuatro-- en la segunda vuelta; fue en Anduva ante el Mirandés: cuántas cosas han pasado desde entonces. Mientras, el ahora equipo de Alberto López, nuevo técnico de los vascos, ha vencido en tres ocasiones desde que el ecuador de la Liga quedara atrás.

"El Alavés quiere cambiar el rumbo", dijo Víctor Muñoz. Y también el Zaragoza, cuya caída ha sido mayor en los últimos meses; mayor que la del Alavés, mayor que la de todos. En el ecuador de la segunda vuelta --han pasado diez partidos, quedan otros diez--, o el rumbo se cambia ya o no se cambia. Seguro es que este domingo, uno de los dos, el Zaragoza o el Alavés, no podrá girar el timón.