La XXXI Vuelta Ciclista al Bajo Aragón, de categoría cadete, comenzará mañana en la localidad zaragozana de Chiprana, con 29 equipos, entre ellos uno francés y otro belga, y 199 ciclistas inscritos, de los que doce son mujeres, una de ellas la campeona de España.

Estos datos han sido aportados hoy por el presidente del Club Ciclista Caspolino, Héctor Aparicio, entidad que organiza la prueba, que se disputará por carreteras del Bajo Aragón desde mañana, con una contrarreloj, hasta el martes día 12.

De los 29 equipos inscritos, dos son internacionales, de Francia y Bélgica, y el resto proceden de Aragón, Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares y Extremadura.

Entre los inscritos este año hay doce mujeres, una de ellas la campeona de España que acude en un equipo con cuatro compañeras más, y el resto se reparten entre equipos mixtos.

Para el presidente de la Federación Aragonesa de Ciclismo, Luis Marquina, es una prueba "importantísima" porque se trata de ciclismo base, de cadetes, y es la primera categoría en la que los chicos que han decidido ser ciclistas descubren de verdad lo que es una vuelta por etapas.

En su opinión, uno de los éxitos que tiene la vuelta de Caspe es precisamente el formato que presentan a los equipos ciclistas cadetes, porque "el descubrir una vuelta por etapas, es el sueño de todo ciclista".

Por su parte, el vicepresidente segundo de la Diputación Provincial de Zaragoza, Francisco Artajona, ha destacado que la Vuelta al Bajo Aragón no sólo potencia la práctica del deporte y sus valores, ya que supone un aumento en la actividad económica de la comarca, de todos los municipios, sobre todo el sector hostelero y comercial.

"Y lo que es más importante, es un escaparate del variado y rico patrimonio cultural histórico, artístico y natural que tiene la Comarca de Caspe", ha agregado.

La alcaldesa de esa localidad, Pilar Herrero, ha señalado que gracias a este deporte, además de conseguir que los jóvenes tengan unos hábitos saludables, logran que se realice una prueba única por etapas en toda la geografía española.

Con todo ello, según Herrero, el nombre de Caspe se traslada fuera de la Comunidad "con una proyección que ahora ya se puede decir que, incluso, traspasa las fronteras y se convierte en internacional.