Grippo seguirá siendo jugador del Real Zaragoza al menos una temporada más. El club aragonés ha cerrado la renovación del central suizo hasta el 2020 en un gesto de la entidad ante la grave lesión sufrida por el defensa, operado recientemente de la rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha sufrida en el partido disputado en La Romareda ante el Granada hace un mes y medio.

El contrato de Grippo, que expiraba el próximo 30 de junio, contenía una cláusula por la que el vínculo entre el jugador y el club se prorrogaba un año más si disputaba un mínimo de 25 partidos, algo que la lesión hará imposible. Por eso, el Real Zaragoza, en un gesto que ya tuvo en casos anteriores de lesiones graves, ha decidido acometer esa renovación automáticamente, que se firmará la próxima semana porque el futbolista también desea seguir en la disciplina del equipo aragonés al encontrarse muy a gusto en el club y en la ciudad.

Grippo llegó al Real Zaragoza el verano del 2017 procedente del Vaduz, recién descendido a la Segunda División suiza. Se comprometió con el club aragonés para dos temporadas con opción a una tercera y con una cláusula de rescisión de 4 millones de euros.

El pasado verano, el central fue objeto de interés por parte de varios equipos, entre ellos, el Deportivo de Natxo González. Sin embargo, el Zaragoza consiguió retener a un jugador que llegó como apuesta personal de Lalo Arantegui y que partía como titular indiscutible esta temporada.

Sin embargo, el rendimiento del defensa esta temporada antes de caer lesionado había sido irregular. Ha jugado en diez partidos, nueve de ellos como titular, pero, aunque empezó bien, el mal partido en Almería, donde se marcó un gol en propia puerta, le marcó y fue a peor.