Si el martes el traspaso de Víctor Rodríguez al Córdoba se atascó cuando prácticamente quedaba solo la firma del contrato, ayer las negociaciones entre el Córdoba y el Real Zaragoza se rompieron. Lo hicieron porque los últimos flecos de la operación, que habían sido los causantes del retraso del fichaje, se convirtieron en más que unos pequeños detalles que abordar.

El Córdoba quería incluir en la operación al lateral izquierdo Samu de los Reyes, un jugador con el que el club andaluz no cuenta para la próxima temporada, pero el Zaragoza no estaba dispuesto a hacer frente a la ficha que el defensor tiene en el Córdoba, que ronda los 200.000 euros. Aunque el club aragonés no veía con malos ojos la llegada del lateral, pretendía que el conjunto andaluz se hiciera cargo de una parte de la ficha de Samu, una exigencia a la que no accedió el Córdoba.

Así pues, pese a que Víctor y el Córdoba habían llegado a un acuerdo hace días, el traspaso se truncó ayer porque los clubs no encontraron una solución al conflicto. Y eso que la firma del contrato ha llegado a estar muy cerca. De hecho, Víctor, que lleva varios días sin entrenarse con el Zaragoza, viajó el martes a Córdoba y estuvo durante toda la tarde esperando en un hotel a que se cerrara la venta para firmar el contrato, después de que el lunes por la noche tanto el Córdoba como el Zaragoza alcanzaran un preacuerdo para el fichaje. Con este giro de los acontecimientos, los agentes de Víctor ya buscaron ayer alternativas y el destino del mediapunta apunta a ser ahora el Elche, otro conjunto de Primera División que busca reforzar la zona de ataque. El club alicantino le ha ofrecido al centrocampista un contrato de tres temporadas y las negociaciones entre los clubs van por buen camino, por lo que el acuerdo parece cercano.

Pero no todo son salidas. El Real Zaragoza sigue trabajando para surtir de jugadores una plantilla que está casi desierta. El club está interesado en el central Mario Álvarez, que tiene una larga trayectoria en Primera y que la pasada campaña jugó en el FC Bakú de Azerbaiyán.

MARIO, OPCIÓN DIFÍCIL No obstante, la llegada del defensor, de 32 años, parece complicada, puesto que sus pretensiones económicas están por encima de las posibilidades del Zaragoza. Mario cuenta además con varias ofertas; dos de ellas son de Segunda y también hay un club de Primera División interesado en su fichaje.

El último equipo español del futbolista fue el Betis, conjunto que abandonó el año pasado por una suculenta proposición del FC Bakú. Por otra parte, la opción del meta Toño sigue parada, puesto que el cancerbero tiene contrato con el Elche, en el que cobra 500.000 euros, y no parece dispuesto a renunciar al dinero que le corresponde.