De la guerra del maíz de los años 70 a la batalla en los despachos y en Bruselas contra las injusticias de la PAC. Son algunos de los grandes hitos que marcan el pasado y presente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), que cumple este año su 40 aniversario, cuatro décadas sembradas de reivindicación y lucha en el campo. Tras años de actividad en la ilegalidad y bajo la censura, esta organización echó a andar el 3 de abril de 1977 en La Puebla de Alfindén, donde celebró la asamblea constituyente con la participación de más de 1.500 hombres y mujeres.

El sindicato presentó ayer en rueda de prensa las actividades que ha organizado para conmemorar esta historia, cuyo acto central se celebrará en Zuera el sábado 8 de abril. UAGA espera reunir allí a más de 400 personas en una jornada festiva que estará cargada de emotividad y cuya clausura correrá a cargo del presidente Javier Lambán. El programa incluye una conferencia sobre el devenir de la organización a cargo de Alberto Sabio, profesor de la Universidad de Zaragoza. Además, militantes históricos, técnicos y jóvenes promesas del sindicato debatirán en una mesa redonda sobre su pasado, presente y futuro.

El punto de inflexión para la creación de UAGA fue la guerra del maíz, surgida por la brusca caída de los precios que por entonces regulaba el Estado. Zuera y Alagón fueron los puntos más calientes de aquellas tractoradas de protesta, en las que se sufrieron cargas policiales. «Era también una lucha por las libertades y la democracia y contra el sindicalismo vertical del régimen», recordó ayer José Manuel Penella, secretario general de UAGA, quien destacó los logros conseguidos, como la eliminación del impuesto de las llamadas jornadas teóricas o la dignificación de la Seguridad Social y las pensiones de los agricultores.

Otros de sus hitos son el impulso del regadío o la lucha contra el trasvase, por la que se han movilizado hasta en 38 ocasiones. «No ha sido un camino de rosas, hemos sufrido escisiones y avatares políticos, pero siempre hemos sabido salir adelante», afirmó Penella. Y es que, el sindicato fue también cantera para los partidos, con figuras como Fernando Moliné, Gonzalo Arguilé o Enrique López.

Rejuvenecer el campo

La trayectoria de UAGA es reflejo de los cambios que ha experimentado el campo, que aunque ya no es el primer sector económico de la comunidad, es un pilar «imprescindible» para el desarrollo rural, el medio ambiente y la alimentación saludable, remarcó Toño Romé, uno de sus jóvenes dirigentes. El sindicato mantiene así viva la lucha en la calle, pero ahora la combina con la pelea en los despachos, pues ha tenido que profesionalizarse para hacer frente «a la mano invisible del mercado», dijo Penella. Hoy cuenta con 17 oficinas por todo Aragón, 25 trabajadores en plantilla y una base social de unos 4.000 afiliados.

Además de mirar por el retrovisor del tractor y ensalzar su trayectoria, UAGA quiere aprovechar la efemeride para pensar en el futuro, que, según Penella, pasa «por los jóvenes y las mujeres». En esa línea trabaja el sindicato, que cuenta con un buen plantel: cinco de los siete miembros de su ejecutiva tienen menos de 40 años.