El empleo eventual de las empresas que conforman el parque de proveedores de General Motors (GM) España se perfila como el principal afectado del ajuste que va a acometer la multinacional en la planta de Figueruelas y que prevé la supresión de 600 puestos de trabajo. Así se puso de manifiesto en la reunión que mantuvieron ayer responsables de la Federación del Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT-Aragón con representantes de los comités de empresa de 44 auxiliares con el fin de analizar el impacto que puede tener la reestructuración de la firma automovilística en cada una de ellas.

"La situación actual en las auxiliares es de relativa estabilidad. Sin embargo, tenemos cierta preocupación, ya que, según como evolucione la producción en GM España puede afectar seriamente a su empleo. ¿De qué manera? Por la vía de los contratos eventuales", apuntó el secretario general de la Federación del Metal de UGT-Aragón, Luis Tejedor. No obstante, el representante sindical optó por la cautela y no quiso ofrecer información sobre cuál podría ser la repercusión final del ajuste de Figueruelas en el centenar de empresas que conforman el parque de proveedores. "Sería una irresponsabilidad por nuestra parte aventurarnos a decir cómo va a afectar, puesto que todavía no hay datos, ya que se trata de un tema muy relacionado con la organización del trabajo", subrayó.

En este sentido, Tejedor recordó que la situación en la que se encontraba el parque de proveedores de la factoría de Figueruelas --que da empleo a cerca de 6.700 personas-- era muy heterogénea. "Así, hay empresas como Lear donde el 94% de la plantilla es fija, mientras que hay firmas, como aquellas que surgieron con el inicio de la producción del Meriva , donde el empleo eventual supera el 80%", destacó el secretario del Metal de UGT-Aragón, quien añadió que la temporalidad media del conjunto de auxiliares es del 35%.

Del mismo modo, Tejedor incidió en que la repercusión del ajuste en las auxiliares también dependerá del grado de dependencia que tengan éstas de la factoría de Figueruelas. Así, aunque recordó que muchas empresas han ido diversificando su producción en los últimos años, "hay unas 16 firmas que trabajan casi en exclusiva para la planta automovilística. Y son éstas las que van a notar más la reestructuración".

Así, el representante sindical abogó por que a la hora de realizar los ajustes prime la paz social, pero exigió que, en paralelo, se mantengan las garantías de los trabajadores. En este sentido, expresó la preocupación de UGT por la repercusión del del ajuste en el empleo, "ya que la pérdida de un puesto de trabajo, sea de la condición que sea, es un drama y supone un cambio de vida".

Pese a todo, el representante sindical hizo un llamamiento a la calma y a que "no cunda una alarma exagerada entre los trabajadores". Así, Tejedor añadió que la mayoría de empresas proveedoras habían manifestado su interés por continuar en Aragón, apelando a dos razones estratégicas: que España es el tercer productor europeo de automóviles y la estratégica situación de Zaragoza en el corredor del Ebro de cara a servir a distintas empresas del sector.