Tras meses de publicidad gratuita en un proceso de competición que en ocasiones ha parecido un concurso de televisión realidad y después de tener controvertido acceso a datos e información municipales y estatales sobre empleo e infraestructuras de al menos veinte ciudades de Estados Unidos, Amazon ha oficializado la selección de su segunda sede, los llamados HQ2. Como ya habían avanzado varios medios de comunicación y se confirmó ayer, el gigante tecnológico fundado por Jeff Bezos dividirá esos HQ2 entre Long Island City, en el barrio de Queens, en Nueva York; y Crystal City, un suburbio de Arlington, enVirginia, cerca de Washington DC. También la ciudad de Nashville, en Tennessee, acogerá nuevas instalaciones de Amazon destinadas a operaciones y logística.

El proceso no acaba sin controversias. Ninguna es mayor que el hecho de que tanto el estado de Nueva York como el de Virginia ofrecen más de 2.000 millones de dólares en incentivos fiscales por instalarse allí a Amazon, una de las mayores y más valiosas corporaciones del país y también una de las señaladas por usar estratagemas fiscales para reducir los impuestos.