Organizaciones empresariales y sindicales esperan del Gobierno socialista que cumpla lo prometido. Que, en la elaboración de sus primeros presupuestos generales del Estado, los del 2005, no se separe de lo establecido en su programa electoral y que se empiece a producir el ansiado cambio de modelo del crecimiento económico.

"No espero otra cosa y el cumplimiento sería muy bueno para la credibilidad de la política económica. Ellos lo saben", afirma el jefe de estudios del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Juan José de Lucio.

El sector empresarial está satisfecho con las prioridades presupuestarias del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El anuncio de un mayor esfuerzo en infraestructuras, investigación y formación complace, pero con cautelas: "Estoy contento de que estas sean las prioridades, luego habrá que ver", afirma el director de estudios económicos y fiscales de la patronal catalana, Salvador Guillermo.

Demasiado pronto Para todos, aún es demasiado pronto. Falta conocer la propuesta concreta que el Gobierno llevará al Parlamento. Además, la actitud favorable frente a estos primeros presupuestos, es muy probable que se torne más reivindicativa en los próximos.

Juan José de Lucio, de las Cámaras de Comercio, insiste en la importancia de la estabilidad presupuestaria, consagrada en el programa socialista: "Creemos que van a ser unos presupuestos que no van a incurrir en déficit excesivo" y que mantendrán la moderación de los últimos años. "Desearíamos que fuese así por la propia credibilidad de nuestra economía y, por el momento, no tenemos señales de que vaya a ser de otro modo".

Para las Cámaras de Comercio es muy importante que el presupuesto del 2005 "no esté sujeto a arbitrariedades políticas", ya que "ésta va a ser la primera gran medida económica de este Gobierno", explica De Lucio. "No esperamos un milagro ni un cambio radical, pero sí que se marquen las tendencias", afirma Miguel Angel García, de CCOO. "No hay prisa, lo único importante es que se hagan bien las cosas a medio plazo", añade el sindicalista.

Los objetivos de estabilidad en el empleo, mejora de la protección social, consolidación del sistema de pensiones, desarrollo de los servicios de dependencia, avances en la seguridad laboral o el problema de la inmigración son temas que están sobre la mesa. Ni siquiera existe a priori una actitud beligerante con respecto a la posibilidad de que el Gobierno decida no corregir la inflación en la tarifa del IRPF (deflactar la tarifa y las deducciones), "si a medio plazo se configura una política tributaria más justa que la actual", añade García.

Para el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, "este Gobierno debe dar pasos para redistribuir la riqueza y la carga social y para solucionar los déficits estructurales de la economía".