Catalunya Banc procederá al cierre de las 107 sucursales que generaban menos valor para el grupo financiero. Las que permanecen abiertas se concentran en Madrid, Valencia, Aragón y País Vasco, según concretaron fuentes del banco. Así, la entidad, que será subastada este verano solo conservará 43 de las 145 oficinas que tenía fuera de Cataluña. Por tanto, del proceso de venta paralelo puesto en marcha para desprenderse de la red externa del banco controlado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se desprende que el interés ha sido limitado. "Tras haber recibido dos ofertas vinculantes en el proceso de venta de las oficinas de fuera de Cataluña, no satisfactorias para la entidad, se ha determinado cerrar este proceso", concreto ayer la entidad en una nota emitida un día después de que el FROB declarase abierto formalmente el proceso de venta de las antiguas cajas catalanas que se fusionaron en el 2012.

Como consecuencia del bajo interés del mercado, la entidad ha procedido ha fusionar el negocio de 126 oficinas, que se integrarán en las 43 que se ponen a la venta. Se suman los activos y el personal que se ha visto afectado por el expediente de regulación de empleo (ERE) pactado con los sindicatos. El resultado es que las oficinas restantes tendrán una media de siete u ocho empleados.

También ha quedado excluida de la venta la cartera de créditos de 6.500 millones de euros, que se realizará mediante una gestión independiente. Una docena de fondos ha presentado ofertas vinculantes. De estos se seleccionarán las mejores ofertas para que presenten ofertas vinculantes, lo que ocurrirá en la segunda quincena de julio.