La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mandará espías a los bancos para comprobar que la venta de productos financieros se hace sin artimañas ilícitas. El objetivo es proseguir con la lucha contra los abusos que han marcado al sector en los últimos años. Los inspectores anónimos están listos para peinar las entidades financieras.

Durante la presentación del plan de actividades del supervisor bursátil para el 2014, la presidenta del organismo, Elvira Rodríguez, ha detallado las cuatro "perchas" sobre las que se apoyará la acción de la CNMV este año: la lucha contra el abuso de mercado, la supervisión preventiva en la comercialización de productos financieros entre inversores minoristas, la mejor atención a los inversores y la integración internacional.

'Mistery shopping'

Rodríguez también ha adelantado que espera poner en marcha este mismo año el sistema conocido como 'mistery shopping', mediante el cual empleados de una empresa o de un organismo se hacen pasar por clientes para contrastar la calidad del servicio y comprobar que todo se lleva a cabo según la normativa vigente.

Rodríguez no precisó si se tratará de inspectores de la CNMV o de agencias externas. Fuentes del organismo supervisor destacaron que si esas inspecciones deben tener efectos jurídicos, lo lógico es que sea personal de la casa.

Esta práctica, ha dicho, la realizan ya con total normalidad supervisores de países como Holanda, Bélgica o Francia; en el caso de la CNMV, "somos pocos", ha lamentado, por lo que quizá haya que acudir a profesionales externos.

Protestas en el organismo

Un centenar de empleados de la CNMV han salido a la calle para pedir un convenio colectivo, del que el organismo carece tras 25 años de actividad, que se cumplen este año, y los mismos derechos y deberes que otros empleados públicos.