El embotellador único de Coca-Cola ha asegurado que el ERE es imprescindible para la viabilidad de la empresa y que no se va a retirar, pero que aún hay tiempo para alcanzar un acuerdo.

Según ha indicado Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) en un comunicado, los representantes de los trabajadores todavía no han valorado, ni se han pronunciado acerca del plan propuesto para reducir el impacto de la medida que supondrá el cierre de 4 fábricas y 1.253 afectados.

La oferta de CCIP supone unos 500 puestos a cubrir mediante recolocaciones, prejubilaciones para unos 350 trabajadores y bajas voluntarias.

Según CCIP, sin contar recolocaciones y prejubilaciones, los despidos afectarían a unos 400 empleados en toda España.

Ha destacado que su primera oferta consiste en indemnizaciones de 30 días por año trabajado, con un tope de 18 mensualidades.

El embotellador único ha insistido en la necesidad de este ajuste, "racional y lógico" después de fusionar siete empresas en una, con el objetivo claro de alcanzar el nivel de eficiencia y optimización de recursos que permitan a la compañía liderar el mercado nacional como primera empresa agroalimentaria de España.

Unos cambios que, a su juicio, le permitirán posicionarse a corto plazo en condiciones de competir en el exterior.

Ha subrayado que no abordar este proceso reorganizativo en este momento supondría poner en riesgo la viabilidad de la compañía a corto plazo.

La compañía ha recordado que la necesidad de racionalizar la producción de las once plantas existentes en la actualidad implica el cierre de 4, pero implica potenciar, tanto en producción como en plantilla, las otras siete plantas que permanecen.

CCIP ha reiterado su voluntad negociadora y su confianza en alcanzar junto a los sindicatos un acuerdo satisfactorio para todos por la vía del diálogo, dentro del periodo legal de consultas cuyo plazo finaliza el próximo 21 de febrero.