El ajuste laboral anunciado ayer en la Cámara de Zaragoza pone de relieve la afección que la crisis económica y el cumplimiento del déficit pública han supuesto para los sindicatos, patronales y otras instituciones que dependen de la Administración. Todos estos agentes económicos han tenido que adelgazar sus estructuras y sus plantillas debido a la maltrecha situación de sus arcas públicas.

Entre los sindicatos, UGT Aragón ha sufrido el mayor recorte. Esta organización ha llevado a cabo ya dos ERE en los últimos años (2012 y 2013), que han reducido a la mitad su plantilla, que ronda en la actualidad los 60 trabajadores. Por su parte, CCOO Aragón ha aplicados otros dos expedientes. Uno en el 2012, que fue temporal y duró 45 días para 123 de los 138 empleados que tenía, y otro en el 2013, que conllevó el despido de 30 personas.

Mientras, las patronales aragonesas han recortado en su conjunto en torno a medio centenar de empleos. A mediados del 2013, la CREA tenía 33 trabajadores (19 menos que antes de la crisis), y Cepyme Aragón contaba con una plantilla de 47 personas (10 menos que en el 2008). El goteo de despidos ha sido también constante en las organizaciones empresariales CEZ, CEOS Huesca y CEOE Teruel.