Cuenta atrás para alcanzar un acuerdo en la crisis del Canal de Panamá. Si no media un acuerdo en las próximas horas, la constructora Sacyr y sus tres socios, que forman el Grupo Unido por el Canal (GUPC), paralizarán las obras mañana, lunes, en cumplimiento de su ultimátum. El español Manuel Manrique, presidente de Sacyr, que se encuentra en Panamá desde la semana pasada, y el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, han mantenido contactos en los últimos días, pero sin lograr ningún arreglo a la crisis al cierre de la edición de ayer.

Lo cierto es que las horas van pasando sin que las partes se pongan de acuerdo. Ayer mismo, en un nuevo capítulo de este culebrón, Quijano, el administrador de la infraestructura, manifestó desde Panamá: "Estamos preparados para enfrentar cualquier eventualidad, pero estoy seguro de que la expansión del canal se llevará a cabo con o sin consorcio", aseguró en una ceremonia celebrada precisamente para conmemorar el centenario de la vía interoceánica, que se inauguró en el año 1914 y se entregó a Panamá por los Estados Unidos en 1999, informa France Press.

PROYECTO FARAÓNICO

Varios intentos de diálogo, especialmente bajo los auspicios de las autoridades españolas y panameñas, no han logrado hasta ahora desencallar el conflicto que se deriva de los sobrecostes de la obra. "Las negociaciones permanecen abiertas", dijo ayer Quijano, quien reconoció que se han abierto negociaciones con otras empresas que pueden tomar el relevo de Sacyr y sus socios si incumplen el contrato.

El conflicto amenaza con dejar en el aire el mayor proyecto de infraestructuras del mundo actualmente en curso, una obra faraónica valorada en más de 5.200 millones de dólares. Las desaveniencias se basan en las cuantías económicas del acuerdo. El consorcio liderado por Sacyr (integrado también por la italiana Impregilo, la belga Jan De Nul y la panameña CUSA) se encarga en concreto de la construcción de un tercer juego de esclusas para el canal, la parte más costosa de la obra valorada en 3.200 millones de dólares.

Las constructoras que ganaron el concurso en el 2009 con una oferta ajustada señalan ahora que no pueden continuar una obra en la que se proyectan 1.600 millones de dólares en sobrecostos. La ampliación del Canal de Panamá deber servir para permitir el paso de buques que transportan hasta 12.000 contenedores, más del doble de la carga autorizada a atravesar el canal de 80 kilómetros.

LA NEGOCIACIÓN

Con la presencia de la ministra de Fomento, Ana Pastor, el canal y el grupo constructor acordaron mantener las reclamaciones dentro del contrato. Además se inició una negociación para solventar los problemas de liquidez del consorcio. La Autoridad del Canal propuso el pago de 83 millones de dólares y que, además, ambas partes aportaran otros 100 millones. Sacyr, por su parte, planteó que el canal debía avanzar 400 millones de dólares para que las obras continúen. De esa propuesta se desmarcó el socio italiano, que exigió una cantidad aún mayor.