El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, urgió ayer en el Parlamento europeo a los gobiernos de la UE a concluir la reforma de la unión bancaria, porque es «esencial» para evitar la repetición de los errores del pasado. Draghi ha puesto el acento en tres áreas en las que los avances son urgentes. Primero, un sistema de coordinación eficaz entre los países del euro que ayude a reducir los choques internos y a mejorar la capacidad de absorción en caso de problemas. El segundo foco es la creación de una función de estabilización de inversiones para apoyar la convergencia frente a «golpes exógenos» y la política monetaria aunque condicionada «a políticas económicas y fiscales sostenibles» y al pleno respeto «de la gobernanza de la UE». Y, completar la unión bancaria y la unión del mercado de capitales.

Durante la comparecencia, el banquero ha confirmado que terminarán con el programa de compra de activos a finales de diciembre, aunque dadas las incertidumbres de la economía mantendrán una política de estímulos significativa para apoyar el aumento de la inflación. En cuanto al presupuesto de Italia para 2019, cree que el diálogo llegará a buen puerto.