El PIB británico creció el 2% en el 2016, dos décimas menos que en el 2015, y se situó como la economía de más rápido crecimiento de los principales países industrializados, a pesar del voto a favor del brexit. La cifra trimestral es mayor que la estimada por los economistas, que habían pronosticado un alza del 0,5% por la incertidumbre sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea.