Hace mes y medio, los servicios de estudio corregían a la baja sus previsiones sobre el crecimiento español. Entonces, la estimación del Gobierno sobre un crecimiento del PIB del 2% se antojaba optimista en el debate parlamentario sobre los Presupuestos del Estado y la preocupación se centraba en el riesgo de una tercera recesión en la zona euro que podía llevarse por delante la incipiente recuperación española. En octubre, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, asignaba una probabilidad de hasta el 40% al riesgo de una tercera recesión europea.

Ahora, el viento parece haber cambiado de dirección al calor, sobre todo, de un precio del petróleo en caída libre y que, al menos a corto plazo, constituye una bendición para los países importadores de crudo, como es el caso de España. Además, los datos más recientes de la zona euro han resultado ser algo menos malos de lo que se pensaba, aunque el perfil dibuja un encefalograma plano.

La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha elevado esta semana del 2,2% al 2,4% su previsión de crecimiento del PIB para el año próximo (cuatro décimas por encima de la previsión oficial del Gobierno). Por su parte, el servicio de estudios del BBVA, que hace mes y medio estimaba un crecimiento trimestral del 0,5% para la última parte del 2014, lo ha elevado ahora a entre el 0,6% y el 0,7%, "aunque de momento" mantiene su previsión de crecimiento del 2% para el año próximo ante el riesgo europeo.

En el Ministerio de Economía, el indicador sintético de actividad (que avanza la evolución económica) ha pasado del 1,9% del segundo trimestre al 2,2% en el tercero y podría seguir acelerando en el cuarto. Todos estos indicios refuerzan la hipótesis de que el PIB español ha tomado ya una velocidad de crucero superior al 2%, como ha adelantado Funcas. Tal tasa de crecimiento, sin embargo, no oculta el elevado nivel de desempleo (del 24,4% este año y del 22,5% el próximo, según Funcas) ni la precarización del mercado laboral, para el que apenas se proyectan subidas salariales del 0,1% y el 0,5% para el 2014 y el 2015.

PASADO RECIENTE

El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, proclamó la semana pasada que la economía española podrá crecer en el 2015 "por encima del 2%" si se mantiene el tipo de cambio del euro y los bajos precios de las materias primas. Y el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha elevado la previsión de creación de empleo en dos años --del 2013 a finales del 2015-- desde los 620.000 puestos de la estimación inicial a 800.000.

"¿Qué ha pasado en estas últimas semanas?", se pregunta de forma retórica el director de coyuntura de Funcas, Ángel Laborda. "Parece que no se han materializado los riesgos que pesaban hace un mes y medio y que sí han cobrado fuerza los estímulos", responde de forma esquemática. "El riesgo de recesión de la zona euro se ha disipado, al tiempo que el precio del petróleo no toca fondo", añade Laborda.

Un precio del barril de crudo en el entorno de los 65 dólares (el viernes bajó a 61) puede permitir un ahorro de entre 10.000 y 15.000 millones de euros para la economía, estima Funcas. "Esto es un regalo que nos dan los países productores" en forma de mayor renta real para las empresas y las familias españolas que podrán usarlo para consumir más, invertir o ahorrar, valora Laborda.

En la balanza de riesgos e impulsos para la economía española, no solo el precio del petróleo juega a favor. Entre los segundos pesa también la rebaja fiscal que entrará en vigor el 1 de enero. También inclina el fiel de la balanza la depreciación del euro y sus beneficiosos efectos de estímulo al comercio exterior debido a la ganancia de competitividad.

IMPULSOS

Otro gran impulso a favor proviene de las mejores condiciones financieras derivadas de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Además, "la construcción dejará de ser un lastre para la economía española", avanza Miguel Ángel García, de Banca March. También se espera una política de gasto menos restrictiva que en el pasado.

Lo que para Guindos es como "una conjunción de planetas" para alcanzar la recuperación, para Ángel Laborda es "un conjunto de impulsos transitorios, que no van a estar siempre y que se pueden dar la vuelta en cualquier momento". "La economía va a crecer el 2,4% o el 2,5%, pero no significa haber salido de la crisis porque el 2016 puede ser peor que el 2015", advierte.

PELIGROS

En el platillo de la balanza correspondiente a los riesgos, pesa, sobre todo, la debilidad de la zona euro y su arrastre a la baja de las exportaciones españolas. También el elevado endeudamiento público y privado (casi el 300% del PIB), que constituye la principal debilidad de la economía, sobre todo en un contexto de incertidumbre política. "Las cuestiones geopolíticas, como las vinculadas a Ucrania e Irak, y en particular, el calendario electoral en Europa, van a tener mucha trascendencia en el 2015", alerta García.