Los trabajadores de la compañía francesa de la luz, Electricité de France (EDF), están en pie de guerra. Contrarios a la privatización parcial, ayer provocaron numerosos cortes de suministro que afectaron a unos 150.000 usuarios del metro y de los trenes de cercanías de París. También inutilizaron una de las dos conexiones eléctricas con España. Decenas de trabajadores irrumpieron en las instalaciones de Argia, cerca de Bayona, y sabotearon el transformador de la línea transpirenaica.

La península y el continente quedaron unidos por una sola línea. Los responsables de la red eléctrica española expresaron "inquietud" a EDF, según la firma francesa. La conexión eléctrica hispanofrancesa es de sólo 400.000 voltios.

EDF Ibérica, la filial española, se apresuró a decir a sus clientes que el suministro está garantizado con independencia del flujo de energía de la interconexión. Esta compañía vende electricidad a empresas españolas desde el 2001 a través de su comercializadora, Hispalec Energía. El sindicato mayoritario en Francia se opone a la privatización de EDF y Gaz de France.