Jérôme Kerviel, el bróker que en el 2008 hizo temblar los cimientos del banco francés Société Générale por las pérdidas multimillonarias que arrastró, se ha entregado esta pasada medianoche a la policía francesa. Francia le reclama para que cumpla los tres años de cárcel a los que fue condenado por provocar al banco pérdidas de 4.900 millones de euros al invertir en productos de riesgo. Kerviel ha cruzado a pie la frontera, desde el municipio italiana de Ventimiglia, donde reside, a la localidad francesa de Menton.

El 'exbroker' no tenía en un principio intención de entregarse. El fugitivo pretendía entrevistarse antes con el presidente, François Hollande, de quien espera el indulto. Aseguró estar "dispuesto a cumplir" su pena pero solicitó al jefe del Elíseo "protección" frente a las "disfunciones del sistema judicial" que llevaron a su condena.

Ultimátum de la Fiscalía

Esta petición no parece haber sido escuchada en París, donde la Fiscalía le había advertido de que si no se entregaba a las autoridades antes de esta medianoche, Kerviel sería declarado en busca y captura y se emitiría una euroorden para su arresto.

Nada más pisar territorio francés, Kerviel se ha entregado a la policía de Menton y ya ha sido interrogado. "Hoy no he perdido. He pasado un magnífico día con los míos. Hoy soy feliz, soy libre y me entrego a la policía y a la justicia", ha dicho.

Durante el jucio, Kerviel siempre mantuvo que fue el apoyo de sus superiores lo que le impulsó a seguir realizando inversiones de riesgo.