El Fondo Monetario Internacional (FMI) reclamó ayer a la Comisión Europea y a los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona que adopten medidas para impulsar el crecimiento económico y reforzar la excesivamente frágil recuperación europea. La directora del FMI, Christine Lagarde, presentó al Eurogrupo el nuevo informe de la institución sobre la eurozona en el que advierte que, a pesar de la mejora de la situación económica europea, "la recuperación no es robusta, ni suficientemente fuerte". "Hace falta un crecimiento mucho mayor para reducir el paro y la deuda", subraya el informe.

Frente a la visión optimista que dan las autoridades españolas y europeas, el FMI dibujó una panorama económico europeo preocupante. "La recuperación de la inversión privada está siendo más débil que en las crisis financieras y recesiones económicas previas", destacó Lagarde. "El desempleo, especialmente entre los jóvenes, es inaceptablemente elevado", "la debilidad de los bancos impide el flujo del crédito" y "la inflación es preocupantemente baja", detalla el informe del FMI. La bajísima inflación actual en la eurozona, destacó el FMI, "ahoga el crecimiento", no permite reducir la elevada carga de la deuda y hace más difícil el ajuste salarial en los países más castigados por la crisis.

Lagarde pidió de nuevo al Banco Central Europeo (BCE) en la reunión del Eurogrupo que haga mucho más para impulsar el crecimiento y combatir la baja inflación. "Si la inflación continúa tenazmente baja, el BCE debería considerar un programa de compra a gran escala de deuda pública" para imprimir dinero, que permitiría estimular la economía y empujar al alza la inflación. Lagarde precisó que el BCE debería actuar si se comprueba que las medidas adoptadas el pasado 5 de junio son insuficientes para combatir la bajísima inflación.

A la Comisión Europea y a los ministros de la eurozona, el FMI les pidió reformas económicas y laborales adicionales para incrementar la competitividad y un mayor esfuerzo en inversiones públicas en infraestructuras para estimular el crecimiento económico. Lagarde rechazó también que se impongan esfuerzos adicionales de austeridad a los países europeos.

Los países más saneados, como Alemania, "deben invertir más en infraestructuras" y que los países más endeudados, como España, deben mejorar su competitividad con "reformas adicionales, en especial en el sector de servicios", añadió Lagarde.

El FMI pidió a los países europeos que mejoren su capacidad de financiar proyectos de infraestructuras públicas, como inversiones transfronterizas en transportes, comunicaciones y energía, porque "ayudarían a sentar las bases para un crecimiento económico sostenido" en Europa.

Lagarde destacó los avances en la creación de la unión bancaria de la eurozona, pero consideró insuficientes los fondos europeos comunes para afrontar las crisis bancarias e insistió en la necesidad de "completar el saneamiento bancario", recapitalizar más los bancos europeos y sanear de forma más intensa sus balances.