La economía española ha "doblado la esquina" de la crisis, pero el "legado" de esta sigue presente. Así lo asegura el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe anual sobre el país, en el que ha revisado al alza sus previsiones. Tras caer el 1,2% el 2013, España crecerá un 1,2% este año según sus cálculos (tres décimas más de lo que auguraba en abril y seis más que en enero) y un 1,6% el próximo (seis y ocho décimas más, respectivamente).

Hasta ahí las buenas noticias, porque a partir del 2015 la economía solo crecería una décima al año en los ejercicios siguientes, hasta alcanzar el 2% en el 2019, si se cumplen sus pronósticos. Además, la estimación para este año es igual que las del Gobierno y el consenso de analistas, pero la del año que viene es inferior a la de los expertos (1,9%) y el Banco de España (la va a revisar hasta cerca del 2%).

El organismo dirigido por Christine Lagarde subraya que las perspectivas económicas han mejorado "significativamente" en comparación con su informe del año pasado. Pero destaca que persisten las dos grandes debilidades del país: la "elevada" deuda pública y privada y los "inaceptablemente altos" niveles de desempleo. Por ello, advierte de que es crucial continuar con una "agresiva agenda de reformas", máxime cuando el crecimiento potencial podría situarse durante un "largo periodo" entre el 1% y el 1,2%.

LABORAL Y FISCAL El FMI es más pesimista que el Gobierno respecto a la evolución de la tasa de paro (prevé un 21,4% en el 2017, frente al 19,8% del Ejecutivo, y que no baje del 20% hasta el 2019: 18,7%). Para combatirla, pide reformas del mercado laboral adicionales para mejorar la formación de los desempleados, descentralizar más los mecanismos de formación de sueldos para profundizar en la devaluación interna, y reducir la dualidad entre empleos permanentes y temporales.

En esta línea, vuelve a insistir en aprovechar el anteproyecto de reforma fiscal para reducir las cotizaciones sociales para fomentar la contratación, compensándolo con una subida del IVA. En concreto, apuesta por reducir las cotizaciones que pagan los empresarios por los trabajadores con sueldos más bajos con el argumento de que una bajada 10.000 millones impulsaría el empleo entre 0,5 y 1,5 puntos en entre tres y siete años.

Sobre la reforma fiscal en conjunto, hace una valoración positiva, pero sin entusiasmo: "La idea central de la propuesta es generalmente más favorable al crecimiento". La bajada del IRPF y Sociedades, dice, es gradual y prudente, al tiempo que acerca sus tipos a la media europea. Sin embargo, advierte de que supondrá una pérdida de ingresos que deberá ser paliada con "nuevas medidas en el futuro". Tampoco ve claro que las bases imponibles vayan a ensancharse, como dice el Gobierno, ya que se han reducido algunas deducciones pero se han creado otras.

El FMI también aplaude la ley de unidad de mercado y ponerla en práctica para "reducir las barreras a los negocios" entre regiones, avanzar en medidas de refinanciación de deuda (especialmente para pymes y particulares), mejorar la eficiencia del gasto público y pedir más capital a la banca para que dé crédito.