General Motors volvió ayer ante un tribunal de bancarrotas donde solicitó un amparo que la proteja de las demandas vinculadas con un sistema de ignición que motivó la llamada a servicio de 2,6 millones de vehículos y accidentes con 13 muertes. Hace apenas cinco meses el mayor fabricante de vehículos automotores, que había declarado bancarrota en julio de 2009, declaró que había terminado la etapa de socorro gubernamental, y la empresa ha tenido 17 meses seguidos con resultados financieros positivos.

Pero ayer los abogados de GM solicitaron que se aplique una estipulación del plan de reorganización que ampara a la "nueva" GM de las demandas por accidentes ocurridos antes del 10 de julio de 2009.

GM pidió que el tribunal deje en suspenso diez días las demandas que buscan compensación por asuntos como un valor disminuido del vehículo o la pérdida del uso de vehículo. Cuando una empresa va a bancarrota y se reorganiza bajo la vigilancia de un tribunal de quiebras, emerge como una entidad nueva liberada de ciertas responsabilidades.