La inflación concluirá el año "más cerca del 3% de lo que sería deseable", según indicó ayer el secretario de Estado de Economía, David Vegara. Vegara señaló que la elevada volatilidad de los precios del petróleo impide que puedan realizarse proyecciones más ajustadas. Vegara explicó que en España las alzas del crudo tienen una mayor repercusión en el precio de la gasolina que en otros países europeos, porque el impuesto especial sobre los carburantes y el impuesto sobre el valor añadido (IVA) son menos elevados que en los demás estados comunitarios. Esto provoca que las alzas en la materia prima representen una parte más importante del precio final al público.

Vegara dijo que siguiendo la tónica de los principales países de la Unión Monetaria --excepto Alemania-- la inflación de agosto "ha vuelto a mostrar un comportamiento algo más favorable en tasa anual por segundo mes consecutivo dentro de un entorno complicado en lo que se refiere a precios internacionales del crudo".

Si se confirma el cálculo rápida hecho por la Oficina Estadística Comunitaria (Eurostat), que sitúa en el 2,3% la inflación de la Unión Económica y Monetaria en agosto, se mantendría en un punto porcentual el diferencial entre España y los países de la zona euro.