Alta tensión. A las eléctricas les ha sentado mal el estudio de la Comisión Europea, según el cual los costes de distribución son en España de los más altos de la Unión Europea (UE). El informe los sitúa en 5,8 céntimos por kilovatio y hora (Kwh). En cambio, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es de 2,1, por debajo de la media.

Las compañías admiten que en España han subido sustancialmente los costes de infraestructuras básicas (transporte, regasificación y almacenamiento) ya que se diseñaron para un nivel de demanda que no se ha producido. Las basadas en gas (ciclos combinados), las más implantadas en los últimos años apenas alcanzan el 10% de uso, aunque reciben una compensación por estar disponibles (pagos por capacidad). Hoy se discute la posible hibernación de algunas.

Pero algo es muy cierto: pagan siempre los más de 16 millones de consumidores que tienen la tarifa regulada. Pero esta carga, a través de los denominados peajes de acceso (fijados por el Gobierno), cuenta con varias partidas que poco tienen que ver con las redes eléctricas, según el sector. Como recuerda el presidente de Iberdola, Ignacio Sánchez Galán, se incluyen desde las primas a las energías renovables hasta las ayudas al carbón nacional o las anualidades por el déficit de tarifa que los consumidores adeudan a las eléctricas. Un sistema endiablado, diseñado en el 2000 con Rato en la vicepresidencia del Gobierno del PP.

Para Galán, el precio de la luz "debe y puede bajar" porque la factura actual es un "cajón de sastre" en el que se han ido metiendo "cosas variopintas" que deberían financiarse desde los Presupuestos Generales del Estado. Es por ello que al comparar los costes de distribución con los de otros países comunitarios, en los que hay partidas que van por la vía de los impuestos o los presupuestos públicos, resultan más caros. "La diferencia se debe a que, en su informe, la Comisión tiene en cuenta el coste del peaje que, en el caso de España incluye elementos que no están relacionados con las redes eléctricas", según el sector.

La CNMC destaca que de cada 100 euros de la factura, 41,4 corresponden al peaje regulado y de este, "solo el 24% corresponde al pago de la distribución en España, frente a cerca del 42% que supone el coste del régimen especial", en el que se incluyen las primas a la cogeneración y a las energías renovables.

Pero las tres asociaciones de referencia de energía solar termosolar y fotovoltaica, junto a colectivos defensores de las renovables, han realizado un desglose distinto de la factura. Y si el pagador siempre es el mismo, tampoco hay tanta diferencia sobre quienes cobran. Así, según ese análisis, las eléctricas reciben el 55% de los ingresos, el Estado el 27% y los productores independientes de renovables el 9%.

El propio informe europeo pone de manifiesto que la comparación entre países es compleja. Advierte, así, de que en Alemania una parte de las primas a las renovables se cubre a través de impuestos. En otros países, "la comparativa es más errónea, ya que los costes de política energética no se incluyen ni en los impuestos y son financiados total o parcialmente por los presupuestos del Estado".