Una noticia buena y otra mala. Tras 15 años divididos por la polarización política, los venezolanos finalmente están de acuerdo en algo: el 85,7% de los ciudadanos tiene una percepción negativa sobre la situación del país, según una encuesta de Datanálisis. Escasez, inflación, devaluación y desempleo son las cuatro palabras que resumen el comportamiento de la economía en el 2014.

La mala noticia es que el 2015 se perfila como un año mucho peor debido a la caída de los precios del crudo. Entre junio y diciembre, el valor de la cesta petrolera venezolana se redujo de 99 dólares a 61 dólares por barril. "Venezuela se enfrenta a una catástrofe", advierte José Guerra, exgerente de la Unidad de Investigación Económica del Banco Central de Venezuela, quien señala que para cubrir gastos el Gobierno del presidente Nicolás Maduro requiere que el crudo se ubique en torno a los 120 dólares. Apunta que cada dólar menos en la cotización del barril significa para las arcas venezolanas una reducción de ingresos de 600 millones de dólares al año.

El economista subraya que en el 2014, cuando el valor promedio del petróleo venezolano se ubica en torno a los 90 dólares, el déficit fiscal llega a 18 puntos del producto interior bruto. Así, la caída del crudo añadirá más leña a la hoguera de la crisis vivida en el 2014, cuando la inflación alcanzará el 70% y la depreciación de la moneda ha sido imparable: el valor del dólar ha pasado de 64 a 174 bolívares en el mercado paralelo.

Guerra recuerda que la economía venezolana depende de las importaciones --el 65% de los alimentos son importados o contienen materia prima importada-- y subraya que el 97% de las divisas para esas importaciones proceden del petróleo.

Por esta razón el economista anticipa mayor escasez de productos por falta de dólares para importar; mayor inflación, pues al haber menos productos para satisfacer la demanda suben los precios; y mayor contracción económica por la reducción de la actividad económica. "El precio del petróleo ha sido en Venezuela el mejor indicador de la popularidad del gobierno y de la estabilidad del régimen. Desde el inicio de su explotación a comienzos del siglo XX, las crisis en los precios del petróleo se han traducido en crisis políticas", apunta Ángel Álvarez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Andrés Bello.

Destaca además que la crisis económica del 2014, previa a la caída del petróleo, ha hecho estragos en la popularidad de Maduro. "El apoyo al gobierno ha caído al 25%, incluso por debajo del peor momento del expresidente Chávez. Por primera vez, el gobierno recibe la culpa por los problemas de escasez, inflación, desempleo e inseguridad", dice.

El experto indica que la reducción de ingresos petroleros genera graves problemas al gobierno, pues el chavismo ha sustentado su popularidad en su capacidad de gasto.