La movilidad laboral se ha reducido a la mínima expresión a causa de la crisis. El descenso de las ofertas de trabajo ha provocado que el número de asalariados que entran y salen de la comunidad por motivos laborales haya caído más de la mitad en apenas seis años. En el 2007, las empresas aragonesas lograron atraer a 7.508 trabajadores, mientras que el pasado ejercicio la cifra bajó hasta los 3.269. Por otra parte, hace seis años 7.427 aragoneses decidieron emigrar a otra región para trabajar, frente a los 3.335 del 2013, según la serie estadística de la Agencia Tributaria.

De esta forma, la crisis ha provocado que el saldo de los asalariados que entran y salen de la comunidad resultara negativo el año pasado, algo que, por ejemplo, no sucedió ni en el 2006 ni en el 2007. Por no hablar de los datos del 2008, cuando el tirón de la Expo dejó la diferencia en +1.032 trabajadores (llegaron 8.353 y emigraron 7.321).

Con todo, la comunidad nunca se ha caracterizado por ser un gran polo de atracción laboral. De hecho, solo cinco regiones atrajeron el año pasado a menos trabajadores que Aragón: La Rioja (769), Cantabria (1.111), Extremadura (1.840), Asturias (2.031) y Murcia (3.077). Como siempre, Madrid y Cataluña volvieron a captar el mayor número de asalariados de otras comunidades: la primera recibió a 26.343 empleados y la segunda a 11.166.

SALDO NEGATIVO

A pesar de no ser un gran empleador foráneo, Aragón no arrojó un saldo tan negativo como otras regiones. Emigraron 66 trabajadores más de los que entraron, mientras que, por ejemplo, la diferencia en Andalucía fue de -4.271. En total, hay diez comunidades que en el 2013 presentaron un saldo negativo y solo cinco registraron un balance positivo.

Los datos de la Agencia Tributaria del año pasado ponen de manifiesto que Aragón logró atraer sobre todo mano de obra catalana (840 asalariados), valenciana (504), andaluza (458) y madrileña (433). En el lado opuesto, los empleados aragoneses emigraron especialmente a Cataluña (1.064), Madrid (743) y Valencia (444). Unas cifras que distan mucho de las del 2007. Ese año, 2.184 trabajadores de la comunidad se trasladaron a Cataluña por motivos laborales y 1.182 se fueron a Madrid.

La movilidad laboral se ha reducido con la crisis en todas las regiones. De hecho, en el 2013 se mudaron a otra comunidad un total de 91.007 españoles, frente a los 224.000 del año 2008. Eso sí, el informe de Hacienda no tiene en cuenta los traslados de los parados que encontraron un empleo en otro territorio.

La estadística, que tampoco analiza los movimientos realizados desde el País Vasco y Navarra por tener su propio régimen fiscal, recoge la información de los declarantes del IRPF de un año y los compara con los registrados en el año siguiente.