Un alpinista descubre una comunidad aislada en una montaña de Ecuador, en la que sus habitantes carecen de visión. Y el protagonista se frota las manos con aquello de que "en el país de los ciegos, el tuerto es el rey". Es el argumento de un cuento de H. G. Wells y venía ayer a la cabeza al leer en Bloomberg que un analista de HSBC recomendaba acudir a la subasta del Tesoro de hoy con este argumento: "A la mejora del sentimiento sobre la deuda española ha ayudado la reciente subida de calificación de Moody's y la percepción de seguridad de la periferia europea frente a los países emergentes".

¡Cómo han cambiado las cosas para España ante los inversores, ahora es más segura que los emergentes! Se ve en detalles como que la relajación relativa de la tensión en Ucrania sigue sentando bien a los mercados occidentales, pero especialmente a los de la periferia europea. El interés del bono español a 10 años cayó ayer al 3,36%, lo que permitió a la prima bajar a 176 puntos en el día en que Bruselas sacó el país de la lista de socios con graves desequilibrios. También las italiana, portuguesa, irlandesa y la griega bajaron con fuerza.

Ello favoreció a los bancos y al calor de su subida el Ibex 35 repuntó ayer el 0,87%, a los 10.215 puntos. Pero ojo con Ucrania. En el cuento, los ciegos no podían comprender el concepto de la visión y el viajero quedaba atrapado en el pueblo. Esperamos que, como dicen los ingleses, no nos encontremos ante "un ciego guiando a otro ciego".