La producción industrial de la zona euro experimentó durante el pasado mes de noviembre una caída anual del 3,3%, lo que representa el mayor desplome del dato desde noviembre de 2012, después de que Alemania registrara el mayor descenso interanual desde finales de 2009, con un retroceso del 5,1%, mientras en España la caída observada fue la más acusadas desde mayo del 2013, con una bajada del 2,8%, según los datos publicados por Eurostat.

En términos mensuales, la producción industrial de la zona euro experimentó una caída del 1,7% respecto del mes anterior, cuando el dato repuntó una décima entre los países de la zona euro, como consecuencia de la caída mensual del 1,9% en Alemania, del 1,6% en España e Italia, así como del 1,3% en Francia.

De este modo, en el conjunto de los Veintiocho, la producción industrial sufrió en noviembre un retroceso del 1,3% en comparación con octubre, cuando había aumentado un 0,1%. Respecto de noviembre del 2017, el dato de producción industrial de la UE retrocedió un 2,2%, tras aumentar un 1,3% en octubre, la peor lectura del dato interanual desde febrero de 2013.

TEMOR A LA RECESIÓN

«Los temores de una recesión técnica en las grandes economías de la eurozona se están incrementando, ya que la producción industrial en noviembre proporcionó una dura realidad», apuntó Bert Colijn, economista de ING para la zona euro, tras conocerse los malos datos de producción industrial en la zona euro y sus cuatro mayores economías.

En este sentido, el experto afirmó que si el crecimiento del PIB de la eurozona no mejora del 0,2% registrado en el tercer trimestre «será difícil para el BCE mantener su pronóstico de crecimiento del 1,7% para este año», lo que en su opinión, acrecentará las dudas sobre la primera subida de tipos en la eurozona, ya que «las primeras semanas sin que no han dejado mucho margen de celebración a los halcones».

Las dificultadas por las que atraviesa el sector del automóvil en Alemania tiene mucho que ver con la situación industrial en Europa, pese a que la mayoría de subsectores de la industria están funcionando bien. Salvo el sector automovilístico, donde la producción de vehículos comerciales y turismos se ha debilitado. Asimismo, la matriculación también ha caído un 30,5% interanual en septiembre.

MEDIDAS MÁS ESTRICTAS

Uno de los principales motivos es el nuevo protocolo de emisiones para los vehículos ligeros, a raíz de que se descubriera que varios fabricantes de automóviles habían trucado los resultados de las pruebas de emisiones.

Las nuevas medidas, que son más estrictas, se han puesto en práctica para todos los modelos que se han fabricado a partir del 2017 y para los vehículos recién registrados desde el 1 de septiembre del 2018. Ante esta situación, los concesionarios aplicaron grandes descuentos sobre los automóviles que no cumplían con la normativa para acabar con las existencias antes de la fecha límite.

Esta acción provocó un aumento de nuevos registros en agosto pero, después, una vez pasado este pico por razones especiales, vino la caída de los meses siguientes.

Las nuevas medidas han afectado a toda Europa, por lo que las caídas de Alemania no son un hecho aislado. Pero el automóvil es uno de los pilares de la economía alemana.