El Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) volvió a pulverizar todos sus registros en el 2013. Aunque ya han pasado cinco años desde su llegada, la crisis siguió elevando la presentación de conflictos laborales obligando a los trabajadores del organismo a emplearse al máximo para tramitar todos y cada uno de los expedientes. En concreto, el SAMA recibió el año pasado 8.657 reclamaciones individuales (la gran mayoría por despidos), lo que representa un incremento del 12% respecto al 2012. Los conflictos colectivos, por su parte, crecieron un 7% hasta los 164 expedientes.

No obstante, el director general de Trabajo de la DGA, Jesús Divasson --que presentó ayer en las Cortes el balance del pasado ejercicio-- subrayó que el aumento de las solicitudes de mediación aún fue mayor en el 2012 (un 26% más que en el 2011) y en el 2008 (+38%).

Una comparativa que no consuela a los sindicatos, que calificaron de "alarmante" el número de expedientes tramitados en el 2013, el mayor desde que el SAMA abrió sus puertas en 1998. "Lo que más nos preocupa es que se han registrado 7.065 mediaciones por despido, más incluso que en el 2009; lo que nos demuestra que seguimos sin encontrar el suelo en materia laboral", lamentó Manuel Pina, secretario de Acción Sindical de CCOO Aragón y miembro del patronato del SAMA. Tanto Pina como José de las Morenas (UGT) vincularon la subida de los expedientes por despido a la reforma laboral aprobada en febrero del 2012. "Es una herramienta de destrucción masiva de empleo, porque da mayor facilidad para despedir", dijo De las Morenas.

Para el vicesecretario general de Cepyme --y patrono también del SAMA--, Carmelo Pérez, la alta cifra de despidos tramitados por el organismo es un claro ejemplo de la falta de liquidez de muchas pymes aragonesas, que o bien adeudan salarios a sus trabajadores o no pueden afrontar las indemnizaciones. "Yo creo que los datos del SAMA nos dan una radiografía muy cercana a la realidad; aunque mucha gente hable de brotes verdes, el goteo de despidos sigue siendo brutal en las pymes, como si cada año cerrara una Opel", asevera Pérez.

EVITÓ JORNADAS DE HUELGA Es precisamente la falta de liquidez de las empresas la que ha provocado que el porcentaje de acuerdo haya ido reduciéndose en los últimos años (ver grafico). Con todo, el SAMA resolvió el año pasado con acuerdo el 65% de las mediaciones por despido. "Se ha conseguido que 5.194 conflictos individuales no acabaran en los juzgados", destacó Divasson, que recordó que este es uno de los objetivos del organismo: no colapsar la administración de justicia.

El porcentaje de acuerdo bajó hasta el 47% cuando se trataron de mediaciones de carácter colectivo, aunque con las huelgas (que crecieron respecto al 2012) tuvieron el 80% de éxito. Divasson destacó en este sentido que la función del SAMA tiene una "notable" incidencia económica. "Solo el año pasado evitó 179.860 jornadas de huelga, lo que supone 9 millones de euros", señaló.

Divasson destacó que desde su creación en 1998 ya han pasado por los servicios de mediación del organismo 960.000 trabajadores y unas 154.000 empresas.

El año pasado, el sector de hostelería aglutinó, con mucha diferencia, el mayor número de expedientes presentados, seguido del metal, el comercio y la construcción.

MEJOR EN TERUEL Por provincias, solo la de Teruel registró el año pasado un descenso en la cifra de solicitudes presentadas, tanto de procedimientos individuales como colectivos.

El SAMA destaca en su balance el incremento frente a otros años de la utilización del despido disciplinario (un 32% del total), mientras que el despido objetivo mantiene su hegemonía (un 49% del total).