El saneamiento inmobiliario extraordinario impuesto por el Gobierno hundió los beneficios de la banca en el 2012. Las entidades siguieron haciendo provisiones el año pasado a causa de la recesión, pero ya en menor medida, y en consecuencia sus beneficios se han disparado. Así ha pasado con los del Santander, que ganó 4.370 millones de euros en el 2013, un 90,5% más. O lo que es lo mismo, casi el doble que en el ejercicio anterior.

Pese a esta mejora, las ganancias resultaron unos mil millones inferiores a las del 2011 y son en torno a la mitad de las registrados en los años previos a la crisis. De hecho, el efecto negativo de los tipos de cambio en las divisas en que opera el grupo, la caída de la rentabilidad de sus activos por la bajada de los tipos de interés y la reducción del balance del banco han provocado que el margen de intereses --el que refleja más fielmente la evolución del negocio bancario básico-- haya caído el 13,3%.

España sigue siendo la gran losa para la entidad. El grupo ganó 478 millones en el país por su actividad bancaria (un 44,6% menos, prácticamente la mitad que un año antes), lo que representa un 7% de sus ganancias (frente al 15% de 2012). Sin embargo, su división inmobiliaria española perdió 635 millones. Si se incluyen otros conceptos como el crédito al consumo y la gestión de activos, el banco apenas ganó unos 100 millones en España.

MÁS REFORMAS Su presidente, Emilio Botín, admitió ayer que hay "señales positivas" en la economía española, pero llamó a ser "cautos" sobre su evolución. "El contexto económico será aún difícil. Que la recuperación se consolide no significa un retorno a la normalidad, si por normalidad se entiende la etapa que vivíamos en los años que precedieron a la crisis. Las secuelas de la crisis tardarán en desaparecer", advirtió. El Gobierno, reclamó, debe avanzar en las reformas, particularmente en la de las administraciones públicas.

Pese a ello, aseguró que la economía está "ya en un cambio de ciclo, claramente", lo que facilitará que su banco aumente su crédito en España este año por primera vez en la crisis. Los beneficios del grupo, mantuvo, volverán o incluso superarán los de antes de la crisis en el plazo de tres años. En España el objetivo es ganar 1.000 millones este año y 3.000 millones en el 2018.

El banquero, eso sí, marcó distancias entre su banco y el país. El Santander, resaltó, es "el único banco del mundo con una calificación de su deuda superior a la del soberano (el Estado español) de su matriz". Además, subrayó que no ha hecho ninguna compra en España, "a diferencia de otros bancos" y de lo que ha hecho el Santander en el resto de sus países de referencia.

"Tenemos una cuota del 15% y la estamos aumentando orgánicamente, pero no me importaría aumentarla si hay una compra buena", afirmó tras confirmar que estudiará Catalunya Banc.

Botín, que este año cumplirá 80 años, también negó que vaya a retirarse: "Mientras tenga el apoyo del consejo y los accionistas no me hagan esa pregunta. Voy a estar todo el tiempo que haga falta".