Las expectativas económicas en Aragón --aunque ligeramente inferiores a las del 2003-- son buenas para este año. Sin embargo, existen incertidumbres que podrían lastrar el crecimiento futuro, y que se concretan en la evolución de la economía europea, la mejora de la calidad del empleo y de la situación demográfica, así como la capacidad para dotar a la región de mayor modernidad, a través de un esfuerzo inversor en I+D+i y en infraestructuras.

Estas son las principales conclusiones que se extraen del Estudio de la situación de la economía aragonesa , elaborado por UGT, y que ayer fue presentado por el secretario general del sindicato, Julián Lóriz, y por Javier Franco, autor del informe. En el mismo se aboga por reorientar el modelo productivo de la comunidad hacia actividades que generen mayor valor añadido, como una de las fórmulas para mantener la competitividad en el futuro y evitar deslocalizaciones. En este sentido, aludió al desarrollo de proyectos logísticos que "deben aprovechar niveles tecnológicos, de calidad e innovación".

Asímismo, según el estudio, una de las fortalezas de la economía aragonesa es su capacidad exportadora. De ahí que, según expuso Lóriz, habrá que estar atentos a la evolución de países como Francia y Alemania y a la recuperación del consumo. Por sectores, UGT prevé una desaceleración de la construcción, aunque se muestra optimista con el comportamiento de la industria.

EMPLEO Y DEMOGRAFIA El informe también destaca la creación de empleo en el 2003. Así, el paro descendió el 10,6% entre entre junio del 2003 y el mismo mes de este año, debido a la incorporación de mujeres al mercado laboral --que supera la cifra de 200.000-- y al número de extranjeros afiliados (+3.882) en el 2003. Ante esta situación, Lóriz afirmó que "es un buen momento para mejorar la calidad en el empleo" con el fin de consolidar el desarrollo económico, así como elevar la población activa.