Dirección y sindicatos del fabricante alemán de Volkswagen reanudan hoy las negociaciones salariales tras no alcanzar un acuerdo el pasado jueves, mientras que el sindicato IG Metall admitió la convocatoria de múltiples huelgas para presionar a la empresa. Un portavoz de IG Metall indicó que el sindicato "acentuará la presión sobre la dirección", multiplicando los paros, una vez vencido el convenio colectivo y con él un periodo de "paz social" en el que no se produjeron huelgas. La dirección del grupo contempla congelar los salarios de 103.000 de los 176.000 empleados de su plantilla en Alemania durante los próximos dos años, con el objetivo de reducir la masa salarial en un 30% hasta 2011, lo que supondrá un ahorro de unos 2.000 millones de euros.