Las discrepancias entre el director general de la Sareb, Walter de Luna, y su presidenta, Belén Romana, se han resuelto en la salida del 'banco malo' del ejecutivo y la del director de activos financieros, Luis Moreno, que dejarán en breve la entidad.

Su marcha obedece a profundas discrepancias entre la presidencia --de marcado carácter político-- y el director general, con un perfil más técnico, y fue propuesto por los bancos que forman parte del accionariado de la Sareb, según publica hoy el diario digital 'El Confidencial'. Desde la Sareb se ha declinado hacer "ningún tipo de comentario sobre ese tema".

Las tensiones entre la presidenta y el número dos de la sociedad han sido constantes casi desde su nacimiento, aunque alcanzaron su clímax en verano, según publica el medio digital. Entonces, la intercesión del Ejecutivo logró que la sangre no llegara al río, pero solo por cuestión de meses. El cierre del ejercicio ha provocado un clima muy crispado en el organismo que ha forzado la salida de Walter De Luna y de Luis Moreno, que han preferido irse a su casa antes de continuar bajo las órdenes de Romana. Tan solo se han respetado las formas hasta elegir a los sustitutos, de manera que no se genere un vacío de poder.

El diario 'Expansión' explica hoy que la Sareb busca un sustituto para su número dos, ya que necesita un perfil más estrictamente financiero, puesto que el 80% de su balance está en créditos y no en activos inmobiliarios. De Luna era gestor de fondos inmobiliarios en ING, antes de incorporarse a la Sareb, de lo que se deduce que el perfil profesional no es incompatible con el cargo que aún ocupa.